¿Qué perdería Chile nacionalizando las minas más grandes del mundo de cobre y litio?

Cobre

La asamblea constituyente de Chile, a cargo de redactar la nueva Constitución del país, aprobó el sábado una propuesta inicial que abre la puerta a la nacionalización de algunas de las minas de cobre y litio más grandes del mundo.

La moción de la comisión ambiental, que se reunió el fin de semana por primera vez desde su creación cuando se avecinaba un plazo para cerrar propuestas, recibió 13 votos a favor, tres en contra y tres abstenciones.

La propuesta que apunta principalmente a la minería a gran escala de cobre, litio y oro aún debe ser aprobada por dos tercios de la asamblea plenaria para formar parte de la nueva carta orgánica de Chile, que se someterá a referéndum nacional más adelante este año.

La moción, considerada por los analistas como un ataque directo a los intereses privados dado que el Estado chileno ya posee los derechos mineros subyacentes, otorga al gobierno un año para nacionalizar las empresas.

Estas empresas, que trabajan con minerales metálicos y no metálicos, así como con hidrocarburos, probablemente no recibirían una indemnización por perder sus derechos mineros. La contraloría determinaría esto con base en el valor contable de las empresas, pagado durante un máximo de 30 años, establece la propuesta.

El texto también establece que las operaciones y proyectos iniciados antes de 1993 deberán someterse a evaluación ambiental en un plazo de tres años. Se revocarían las concesiones en áreas excluidas, como las cercanas a glaciares y en tierras indígenas.

El comité ambiental, repleto de jóvenes activistas , votó un primer borrador de esta moción a principios de febrero, lo que provocó una reacción inmediata, incluso de las propias autoridades chilenas.

Diego Hernández, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, que representa a las empresas del sector, calificó la idea de “bárbara” y “con claros y evidentes errores jurídicos” .

El veterano minero de centroizquierda ha dicho que la medida apunta tanto a las empresas como a los recursos, lo que tendría un gran impacto económico y legal en Chile.

“Dada la globalización del mundo, esperaría que las empresas afectadas recurrieran a tratados para defender sus intereses legítimos”, dijo Hernández.

El político socialista Sergio Bitar, quien fue ministro de Minas durante el depuesto gobierno del izquierdista Salvador Allende en 1973, se ha referido a la iniciativa como “un delirante regreso al pasado”.

Chile aprobó una ley en 1967 que exige que las empresas sean propiedad de nacionales en un 51% como mínimo. Cuatro años más tarde, el Estado compró el 49% restante de las acciones y las empresas fueron nacionalizadas por completo .

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“Recuerdo todos los problemas que tuvimos tratando de vender cobre fuera del círculo empresarial, recuerdo cuando el Congreso votó para no pagar ninguna compensación a las empresas por activos y pérdidas de ganancias, que es lo que estoy escuchando ahora”, dijo Bitar en un entrevista con MercoPress .

“Una cosa son los sueños, las ilusiones”, dijo el veterano político, “la otra es la realidad, que demuestra cuán dependiente es Chile de las potencias globales (…) “Por ejemplo, China ahora compra la tercera parte del cobre chileno, entonces cuál será nuestro estrategia con las empresas mineras nacionalizadas? ¿Menor exportación?”, señaló.

Regalías más altas

Chile, el mayor productor de cobre del mundo y sede de las dos mayores mineras de litio, está reescribiendo su Constitución para reemplazar una centrada en el mercado que se remonta a la dictadura militar del general Augusto Pinochet.

La nación produjo 5,6 millones de toneladas de cobre en 2021, alrededor del 25% del total generado en el mundo, y tiene una cartera de casi $70 mil millones en posibles proyectos mineros esta década, muchos de los cuales nunca se materializarían si el país nacionalizara sus recursos.

Los políticos de la principal nación productora de cobre del mundo también están ajustando  un nuevo proyecto de ley de regalías mineras, que aumentará las tarifas a las empresas en función de las ventas brutas y la rentabilidad.

“Estimamos que, si se aprueban los nuevos impuestos, las mineras de cobre chilenas podrían ver aumentar sus tasas impositivas hasta en un 80 % y los márgenes de utilidad caer más de un 50 % con los precios actuales del cobre”, dijo FTI  en su último informe .

Los analistas creen que Chile podría convertirse en la nación con la mayor carga fiscal sobre la minería del cobre, obligando a las empresas a revisar la viabilidad de sus inversiones actuales y futuras.

Tomado de: Mining.com