Tareas ambientales para el próximo cuatrienio

Dentro de los múltiples desafíos que heredará el gobierno que se posesione el próximo 7 de agosto, destacan los asuntos pendientes en materia ambiental, cuya solución requerirá esfuerzos concretos y enorme voluntad de diálogo. En efecto, pese a los avances significativos que se registraron durante los últimos años, según datos de Environmental Justice[1], Colombia es actualmente el segundo país con mayor número de conflictos ambientales en el mundo, la mayoría de ellos relacionados con el sector minero-energético.

Y es que la tarea no es sencilla: dentro de los asuntos que deja pendiente el gobierno saliente destacamos dos, por su particular incidencia en la estabilidad del sector. En primer lugar, llegó la hora de expedir una reglamentación integral y concertada de la consulta previa que, en el marco de unas reglas pre-determinadas y claras, garantice a cabalidad la participación de las comunidades étnicas, sin que ello suponga la parálisis indefinida de los proyectos productivos. En segundo lugar, es necesario fortalecer el diálogo entre el gobierno central, el sector privado, las entidades territoriales y las comunidades, con el fin de concertar el desarrollo de las regiones, dar voz a las preocupaciones de actores tradicionalmente relegados de la toma de decisiones y prevenir así escenarios confrontacionales, como los ocurridos bajo la figura de las consultas populares.

La invitación es entonces a encontrar un camino que, basado en la rigurosidad técnica y jurídica, y desde una postura receptiva, permita conservar las innegables riquezas naturales y culturales del país, al tiempo que dé cabida a proyectos productivos responsables y bien hechos, para lograr así, en últimas, que todos tengamos un lugar en este país tan inmensamente rico como complejo.

[1] Environmental Justice Atlas. Disponible en http://ejatlas.org/country.

 

Natalia Soto
Asociada Senior Lloreda Camacho.