Mujeres que derrumban mitos para convertirse en leyendas mineras.

Cortesía : Cerro Matoso

“La mina es muy celosa, por eso las mujeres no pueden entrar en ella porque harían escasear el mineral”. En la Colombia del siglo XX esta fue una de las razones por la que ninguna mujer podía ejercer alguna labor minera. El papel de la mujer en la minería, en ese entonces, era asi inexistente. Sin embargo, hoy por hoy este tipo de creencias se han ido desmontando a tal punto que, en este momento, según el Ranking PAR 2018 (un diagnóstico anual que mide la equidad de género en empresas privadas, entidades públicas y pymes) las mujeres
representan el 16% de la fuerza laboral de la minería en Colombia.

A nivel país, la representatividad de género logró consolidar una propia entidad, llamada la Consejería de la Equidad para la mujer, constituida el 19 de febrero del 2019, y trabaja en diseñar e impulsar estrategias culturales y de comunicaciones para promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino.

Actualmente, la industria minera colombiana está redibujando el panorama de la equidad de género, así lo demostró el Ranking PAR 2018 en el que se identificó que las empresas del sector reportan que el 28% de las posiciones de liderazgo son ocupadas por mujeres.

En la cuarta versión del Ranking PAR también se hizo un reconocimiento a empresas de la industria minera que están aplicando estrategias válidas y eficientes para disminuir la brecha de género, como es el caso de Cerro Matoso. La empresa minera de ferroníquel demuestra que su reconocimiento es bien merecido debido a que han logrado impulsar y empoderar a la mujer desde diferentes escalas de la organización, un ejemplo de ello es el caso de Claudia Rodríguez, primera mujer brigadista de Cerro Matoso.

“Al principio no fue nada fácil porque dentro de este mundo las mujeres no existen, pero luego fui ganándome el espacio en medio de ellos, y es así que después de varios años ahora soy la líder de emergencias y tengo a 102 personas a cargo” expresó en una entrevista para RCN Radio.

Además de ser la quinta mujer socorredora minera de Colombia, Claudia también pertenece al movimiento “Yo estoy con Cerro Matoso” en defensa de la minería del país, y fuera de la compañía es misionera vocacional entre los indígenas Emberá Katío de Colombia, donde
trabaja en la producción de materiales en la lengua nativa de esta etnia para ayudar a su preservación. Debido a su trayectoria dentro del sector minero fue nominada a la primera versión del Galardón Huellas, una iniciativa que realizó la Asociación Colombiana de Minería y
Relianz, para exaltar la labor de las mujeres en la minería.

En la Colombia del siglo XXI, empresas como Cerro Matoso, en donde casi el 60% de las vacantes de su operación son ocupadas por mujeres, entienden y saben que el empoderamiento femenino es una herramienta de transformación social, que crea valor y progreso para el país.

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