La energía renovable continuó creciendo de manera constante a lo largo de 2021 en el planeta, según las últimas estadísticas. En concreto, el 81% de toda la nueva energía instalada en el mundo en ese año fue de origen renovable, una cifra jamás alcanzada que pone de manifiesto la rapidez con que se propagan las renovables. Sin embargo, la mala noticia es que dicho ritmo sigue siendo insuficiente para evitar el calentamiento extremo de la Tierra.
Los nuevos datos publicados por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) muestran que las energías renovables continuaron creciendo y cobrando impulso a pesar de las incertidumbres mundiales.
A fines de 2021, la capacidad de generación renovable global ascendió a 3.064 gigavatios (GW), aumentando el stock de energía renovable en un 9,1 por ciento.
Aunque la energía hidroeléctrica representó la mayor parte de la capacidad de generación renovable total mundial con 1.230 GW, las estadísticas de capacidad renovable de IRENA 2022 muestra que la energía solar y eólica continuaron dominando la nueva capacidad de generación.
Juntas, la solar y la eólica contribuyeron con el 88 por ciento de toda la nueva capacidad renovable instalada en 2021. La capacidad solar lideró con un aumento del 19 por ciento, seguida por la energía eólica, que aumentó su capacidad de generación en un 13 por ciento.
“Este progreso continuo es otro testimonio de la resiliencia de la energía renovable. Su sólido desempeño el año pasado representa más oportunidades para que los países obtengan los múltiples beneficios socioeconómicos de las energías renovables.
Sin embargo, a pesar de la alentadora tendencia global, el informe Perspectiva de Transiciones Energéticas Mundiales muestra que la transición energética está lejos de ser lo suficientemente rápida o generalizada como para evitar las terribles consecuencias del cambio climático”, según el director general de IRENA, Francesco La Camera.
“La crisis energética actual también se suma a la evidencia de que el mundo ya no puede depender de los combustibles fósiles para satisfacer su demanda de energía. El dinero dirigido a las plantas de energía de combustibles fósiles produce resultados poco gratificantes, tanto para la supervivencia de una nación como para el planeta. Las renovables deberían convertirse en la norma en todo el mundo. Debemos movilizar la voluntad política para acelerar la senda de los 1,5 °C”.
Para lograr los objetivos climáticos, las energías renovables deben crecer a un ritmo más rápido que la demanda de energía. Sin embargo, muchos países aún no han llegado a este punto, a pesar de aumentar significativamente el uso de energías renovables para la generación de electricidad.
El sesenta por ciento de la nueva capacidad en 2021 se agregó en Asia, lo que resultó en un total de 1,46 terravatios (TW) de capacidad renovable para 2021. China fue el mayor contribuyente, agregando 121 GW a la nueva capacidad del continente. Europa y América del Norte, liderados por EEUU, ocuparon el segundo y tercer lugar respectivamente, con el primero agregando 39 GW y el segundo con 38 GW.
La capacidad de energía renovable creció un 3,9 % en África y un 3,3 % en América Central y el Caribe. A pesar de representar un crecimiento constante, el ritmo en ambas regiones es mucho más lento que el promedio mundial, lo que indica la necesidad de una cooperación internacional más fuerte para optimizar los mercados de electricidad e impulsar inversiones masivas en esas regiones.
Por tecnologías, estos fueron los aspectos destacados:
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