Responsabilidad, transparencia y credibilidad, los tres pilares a los que se comprometen las empresas mineras afiliadas a la Asociación Colombiana de Minería (ACM), que a finales del 2021 asumieron el compromiso de aplicar el Estándar ‘Hacia una minería sostenible’ (TSM, por su siglas en inglés) promovido por la Asociación Minera de Canadá.
El TSM es un modelo en el que siguiendo una batería de indicadores, las compañías mineras que se suman buscan conseguir los parámetros más altos a nivel mundial en cuanto a prácticas ambientales, sociales y de cambio climático.
«Esta herramienta permitirá dimensionar el grado de madurez que tiene su estrategia de sostenibilidad y con esto proyectar unos planes de acción claros para fortalecer su gestión, lo cual garantizará su continuidad en el tiempo”, explicó Santiago Cardona Múnera, vicepresidente para Colombia – Mineros S.A.
Este sistema de autorregulación (que ya se aplica en Canadá, Australia, Noruega, España, Brasil, Argentina, Finlandia, Botsuana y Filipinas) cuenta con nueve protocolos que les ayudan a implementar las acciones y procesos para transformar su operación.
Gestión del agua, relaciones con la comunidad y grupos étnicos, preservación de la biodiversidad, planificación en gestión de crisis y comunicación, cambio climático, seguridad y salud, manejo de relaves, prevención del trabajo infantil y forzado, y cierre de minas son los protocolos con los que se comprometieron las compañías colombianas al asumir el TSM.
A partir de ahora, cada año, cada mina tendrá que hacer una autoevaluación de su desempeño y darse una nota, que definirá el porcentaje de avance que tiene en cada uno de los indicadores.
A finales del 2021 se realizaron varias reuniones en las que participaron 415 personas representantes de las empresas y expertos en cada uno de los nueve protocolos. “Basados en los protocolos canadienses, se procedió a revisar y adaptar cada documento a la situación de la industria en Colomb ia”, dijeron en la ACM.
El reto de las compañías está puesto en llegar a una calificación AAA Excelencia y liderazgo, que es el máximo nivel de la escala; para llegar allí requieren de mínimo de cuatro años.
Paso a paso para ser AAA
Es un proceso que implica mirar hacia dentro de las empresas, reconocer el entorno, hacer preguntas y, dependiendo de las respuestas, hacer ajustes y tomar decisiones.
En el primer año se debe hacer una análisis de brechas para determinar las oportunidades de mejora, capacitaciones y planes de acción. En el segundo, la autoevaluación y elaboración de informes, en el tercer año autoevaluación con informes que se publicarán y a los cuales tendrán acceso todos los interesados.
En el cuarto año se procede a una verificación a cargo de un auditor externo. Posteriormente se convoca a un panel de grupos de interés (entre los que se cuentan empresarios, periodistas y académicos, entre otros), a partir de ese momento se comienza a reflejar un proceso de mejora continua, que es participativo con las comunidades y demás actores interesados.
Es importante tener en cuenta que no hay un punto de partida unificado, cada empresa arranca desde su propia realidad. Por ejemplo, la calificación C implica que las actividades tienden a ser asertivas y pueden existir procedimientos, pero no están integrados a las políticas y los sistemas de administración.
En un segundo nivel está la calificación B. Estar allí significa que existen procedimientos, pero aún no son completamente uniformes ni están documentados en su totalidad, pero se están desarrollando sistemas y procesos. Allí empiezan los avances, porque se llega a calificación A, si los sistemas y procesos están desarrollados e implementados. La antesala de la excelencia es la calificación AA, donde la compañía ha logrado integración dentro de las decisiones de administración y funciones comerciales.
Tomado de: ElTiempo.com
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