Aunque cada día que pasa el carbón, tanto en el mundo como en Colombia, es visto por varios sectores como un bicho raro ante el cambio que se está dando en la matriz energética mundial por la transición hacia las energías renovables, la industria que en el país explota este energético asegura que el mineral aún sigue vivo y que, por los cambios que se están dando en los mercados mundiales, se requiere una nueva política de Estado que permita maximizar los beneficios por impuestos, regalías, encadenamientos y generación de empleo que genera la actividad.
Según el gremio del sector –la Asociación Colombiana de Minería (ACM)– y directivos de las empresas que explotan la mayor cantidad de reservas en el Cesar y La Guajira, el hecho de que hoy el país solo exporte el 11 por ciento del carbón a Europa, contra un porcentaje que en el 2012 llegó a ser del 50 por ciento –e incluso un poco mayor en el 2013–, hace necesario replantear los indicadores de referencia con los que se calculan variables como las regalías.
“El carbón se va a seguir consumiendo en el mundo. Europa está bajando su consumo, pero eso no quiere decir que China lo esté disminuyendo, que Japón lo esté bajando o que otros países del sureste asiático lo estén bajando”, asegura Juan Camilo Nariño, presidente de la ACM, quien señala que además de la pandemia, que lo hizo más evidente, este renglón requiere una política para saber qué va a hacer Colombia para enfrentar las dinámicas mundiales.
José Miguel Linares, presidente de Drummond, una de las carboneras que operan en el departamento del Cesar, explica que llegó la hora de migrar del índice API 2, que refleja el precio en el mercado europeo –que les sigue comprando a Rusia y a otros países–, para enfocarse en otro indicador como, por ejemplo, el de los mercados de Asia, que junto con los de América representaron el 80,2 por ciento de las exportaciones en 2019 (casi en partes iguales). “No es justo que se pague una regalía por un carbón que no es el que yo estoy vendiendo, porque no me están reconociendo esos precios”, señala el directivo.
Los argumentos
Según explica Linares, mientras que la referencia API 2 tiene un poder calorífico más alto, de 11.370 BTU (unidad británica), lo cual incide en su precio, en el mercado asiático se está vendiendo el mineral con menos de 10.800 BTU, que tiene importante castigo de calidad en precio por ese menor poder calorífico, que lleva a tener tarifas de venta actuales de entre 32 y 34 dólares la tonelada, con costos de producción del orden de 40 dólares la tonelada.
Y agrega que ya hay índices del mercado asiático, por lo que se ha planteado al Gobierno que se utilicen, ya que reflejan la calidad del mineral que se está comercializando. Incluso, este fue uno de los temas que se acordó mirar en los pactos por la productividad y el empleo que se firmaron con el Gobierno.
Por su parte, Nariño recalca que hay Índices que reflejen mejor los precios de venta y al país le toca repensarse, “pues no podemos seguir pensando que el carbón se exporta solo y que ahí está el mercado”, al tiempo que hay que tener en cuenta qué se va a hacer con las millonarias inversiones hechas y la riqueza enterrada en el subsuelo, de tal forma que pueda competir con Australia y con los que les venden a los mercados asiáticos.
“Tenemos reservas, el carbón con buena calidad, poder calorífico bueno y menor azufre, pero el mercado con el que crecimos ha tomado decisiones en relación con la generación (de energía) que no van a depender del carbón”, recalca el dirigente gremial.
Distorsión interna también golpea duro
Pero, al mismo tiempo, una norma expedida desde el 2014 comenzó a ser el mayor dolor de cabeza de las grandes mineras de carbón desde hace más de nueve meses, toda vez que una resolución de ese año incluyó un artículo que dice que cuando el valor del precio del carbón internacional sea más bajo que la cotización del que se vende en el interior del país, la regalía se calculará con el valor del interior del país.
La norma precisó que esto regía cuando fuera el mismo tipo de carbón, igual período de aplicación y según cada departamento, pero lo que ha venido pasando es que el precio interno está resultando más alto que el externo a la hora de calcular las regalías.
Lo anterior, según Linares, porque el Gobierno no divide el precio por departamento, como dice la resolución, sino que toma el precio del país y, aunque cuando surgió el inconveniente esa interpretación se iba a corregir con otra resolución, a la fecha eso no ha ocurrido.
Y, en medio de la pandemia, esto es lo que más les afecta a las mineras, ya que entre el último trimestre del año pasado y el que se completó en junio, en el caso de Drummond, lo que se pagó de más en regalías es casi 20 millones de dólares debido a dicha interpretación.
“Una cosa es cuando se está vendiendo el carbón de La Loma, La Jagua o de Cerrejón, que tiene un poder calorífico, en promedio, de 10.900 BTU y otra, el carbón térmico de Cundinamarca, Boyacá y Cauca, que tiene poder calórico de entre 12.000 y 13.000 BTU”, explica José Miguel Linares, presidente de Drummond.
Y recalca que en el Ministerio de Minas y Energía y en la Agencia Nacional de Minería les aseguraron que iban a ver cómo sacaban la resolución para corregir, pero no lo han hecho.
El presidente de la ACM, Juan Camilo Nariño, subraya que se trata de que las compañías, las comunidades y el Gobierno se pongan un norte y revisen cómo se le saca provecho a un carbón de muy buena calidad y que es extraído de forma muy responsable.
“Esas ONG que le hacen el señalamiento al carbón colombiano deberían mirar cómo se está haciendo la extracción en Rusia, que es donde lo está comprando Europa”, concluyó el dirigente gremial.
El Gobierno reconoce impacto en el sector
En medio de una dura crisis por la situación que atraviesan Prodeco, que pidió suspender operaciones, y Cerrejón, a media marcha en medio de barreras para expandir la mina y para operar por un fallo de tipo ambiental, el nuevo ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, señala que el tema de los precios de referencia para liquidar las regalías lo tiene pendiente de resolver.
“Entiendo que sí se ha esperado un tiempo prudente para revisar esa fórmula de liquidación que hace referencia a unos precios que en teoría parecen ser más altos que los precios a donde se está yendo el carbón, y debería haber una consistencia”, indicó el funcionario, al señalar que esto tiene un impacto económico importante.
Y agregó que a toda la problemática que afronta la industria del carbón se le hará acompañamiento desde el Gobierno.
“Desde que se hagan bien los estudios de impacto ambiental, se cumpla con lo que se pide desde el punto de vista de comunidades, los proyectos tendrán apoyo total desde esta cartera y desde el Gobierno”, puntualizó Mesa Puyo.
Tomado de: El Tiempo «El timonazo que reclama la gran minería para sacarle el jugo al carbón» Ómar G. Ahumada Rojas (15 de Julio del 2020) Recuperado de: https://www.eltiempo.com/economia/sectores/por-crisis-de-precios-y-pandemia-este-es-el-timonazo-que-reclama-la-mineria-del-carbon-518550
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