Las energías limpias jugaran un papel fundamental para reducir los efectos del cambio climático, lo cual requiere de procesos de investigación, desarrollo e innovación que permita generar sistemas energéticos confiables, seguros y amigables con el medio ambiente que sea impulsado a través de los gobiernos con instrumentos de política pública que fomenten su aplicación.
El poder contar con sistema energéticos limpios, resistentes y con bajas emisiones requieren de un conjunto de tecnologías que actualmente están en etapas iniciales o en procesos de consolidación. La innovación es fundamental para lograr estos sistemas, pero sus desarrollos evidencian incertidumbre y competencia ya que muchas de las iniciativas o emprendimientos no logran consolidarse. El último estudio de la Agencia Internacional de Energía (2020) muestra que las tecnologías potenciales para este proceso están representadas en la electrificación (respaldada por baterías), el hidrógeno (y sus combustibles derivados), la captura de dióxido de carbono y la bioenergía. Estos avances podrían acelerar el progreso y los avances en el transporte de larga distancia y la industria pesada, que son sectores que en muchos casos carecen de tecnologías bajas en carbono y son fácilmente escalables en la actualidad. Este mismo informe resalta los siguientes elementos en la consolidación de estos temas:
Para lograr un desarrollo efectivo de estas tecnologías se requieren de cuatro etapas que son el prototipo, la demostración, adopción temprana y madurez, en cada una de ellas se realizar procesos de evaluación y retroalimentación que permiten sus mejoras y adaptaciones para los requerimientos de los sistemas energéticos y la velocidad en su consolidación en cada estadio dependen del tamaño, la valoración del consumidor y las sinergias y/o complementariedad con otras tecnologías.
En los procesos de innovación de este tipo de tecnologías se requiere de la participación de diferentes grupos de interés como son los gobiernos, investigadores, inversionistas, empresarios, corporaciones y la sociedad civil, donde cada uno tiene un rol y generan ideas para las nuevas tecnologías o su mejora, estrategias de financiación, entrada y despliegue en el mercado. Para poder promover la innovación se requieren de cuatro elementos claves como son: recursos iniciales, gestión del conocimiento, atracción de mercado y apoyo sociopolítico.
Sin embargo, el rol principal lo tienen los gobiernos que no es sólo de proveer fondos para inversión en investigación y desarrollo, sino que debe formular y establecer los objetivos y prioridades nacionales, influyen en las expectativas del mercado, deben garantizar un flujo y transferencia efectiva de conocimiento, inversiones para fortalecer y/o habilitar la infraestructura (ejemplo: puntos de recarga para transporte eléctrico) y facilitar los proyectos de demostración. En este contexto, los gobiernos de países como Estados Unidos, Alemania y China han incrementado las inversiones en investigación y desarrollo en este sector y han promovido políticas de atracción de mercados (con objetivos y garantías de ingreso) favoreciendo la innovación y las economías de escalas como se ha evidenciado en el desarrollo de la energía solar y las baterías de iones de litio.
Otro punto clave, es el retorno de la inversión en energía limpia, teniendo en cuenta los estudios de Dowd (2017) en el contexto de los Estados Unidos con seis programas de investigación y desarrollo en esta temática evidenciaron un retorno de la inversión del 27% desde 1975, una relación beneficio – costo de 33:1 y otros beneficios claves en la creación de sistema energético más sustentable.
En este contexto se prevé que la pandemia por el Coronavirus podrá afectar la innovación en energía limpia, lo cual se evidencia con la encuesta realizada por la Agencia Internacional de Energía, donde las empresas que están desarrollando tecnologías bajo carbono manifestaron que había un alto potencial en la reducción de los presupuestos de investigación y desarrollo y una desaceleración en la adopción de nuevas tecnologías de energía limpia. Los resultados tambien muestran que la mayor preocupación esta en las pequeñas empresas mientras que las grandes empresas muestran mayor optimismo frente al recorte de presupuestos en la investigación y desarrollo de este sector.
Sin embargo, los encuestados consideran que las prioridades estratégicas en el desarrollo de energías limpias no cambiará, los niveles de riesgo se mantendrán y si se mantienen los flujos de financiación y las políticas publicas siguen incentivando las nuevas tecnologías es probable que la innovación en este tipo de energías continue creciendo. Además, dentro de los planes de recuperación económica de varios países tienen dentro de sus programas de reactivación el apoyo a las energías limpias y aceleramiento en el progreso tecnológico, lo cual se convierte en un generador de nuevo conocimiento, empleo de calidad y mitigación del cambio climático.
Tomado de: Portafolio «El futuro de las energías limpias y el papel de la innovación» Clara Inés Pardo Martínez (19 de octubre del 2020) Recuperado de: https://www.portafolio.co/tendencias/el-futuro-de-las-energias-limpias-y-el-papel-de-la-innovacion-545769
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