El carbón constituye el 90% de las exportaciones del sector mineroenergético de Colombia, pero en los últimos tres años ha venido perdiendo peso pues pasará de producir 90 millones de toneladas que se reportaron en 2017 a unos 65 millones en este año, según las proyecciones del sector.
La ANM informó que la meta de producción nacional de carbón para el primer trimestre de este año era de 19,2 millones de toneladas, de las cuales se produjeron 18,3 millones de toneladas, lo que equivale a 900 mil toneladas menos. En el segundo trimestre, la meta también es de 19,2 millones de toneladas, pero preliminarmente, se tiene un cálculo de 9,2 millones de toneladas, lo que representaría un disminución de 10 millones de toneladas para el segundo corte del año.
Es por ello que de la meta para 2020 de 75,8 millones de toneladas para la gran minería de carbón, incluido Cesar, hoy solo se llegaría preliminarmente, a 64,9 millones de toneladas.
El presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), Juan Camilo Nariño, afirma que el país perdió la capacidad de exportar 25 millones de toneladas de carbón en tres años, lo que representa una reducción de unos $300 mil millones anuales en regalías.
Se calcula que el sector carbonero genera unos 130 mil empleos directos formales en el país, de estos 30 mil corresponden a la gran minería del Cesar y La Guajira. Por ello la crisis del sector también tiene un impacto social.
En un comunicado Sintramienergética y Sintracarbón firman que la crisis con la suspensión de operaciones profundiza la problemática del desempleo en la región y tiene repercusiones en las comunidades que de manera indirecta se benefician de la economía que se genera alrededor de la minería.
Destacan, además, que también se afectan las finanzas de municipios del corredor minero, que en muchos casos habían proyectado inversiones sociales con recursos de las regalías.
El presidente de la ACM afirma que el carbón puede ser estabilizador de las finanzas públicas del país a través de las inversiones e impulsar la reactivación. Para lograrlo dice que se requiere ser más competitivos en un mercado que cada vez se vuelve más complejo y con precios que están en niveles de USD35 por tonelada, cuando hace unos años estaban cerca de los USD100.
De acuerdo con Cerrejón, en los primeros seis meses del año el precio ha caído en un 26% frente al mismo periodo del 2019, con una tendencia que se mantiene y que ha llegado, en algunos momentos, por debajo de los USD33 por tonelada.
“Esto indica que el mercado favorece la producción a menores costos, el país debe ponerse de acuerdo sobre qué va a hacer con el carbón para el que hay 70 años de reservas”, dijo Nariño.
Afirmó que es necesario que el Gobierno revise los costos internos de la producción y que las regalías que paguen las empresas estén acordes con los precios de venta del mineral, lo cual no sucede actualmente.
Drummond, que para este año proyecta la producción de unas 30 millones de toneladas de carbón que se exportarán a mercados internacionales, ha solicitado al Gobierno buscar fórmulas de alivio en temas como las regalías para mitigar los costos de producción y viabilizar en el mediano y largo plazo las operación de las compañías del sector, en medio de la pandemia.
La ACM también espera un acompañamiento para que las compañías puedan trabajar en la búsqueda de nuevos mercados como el asiático en especial Japón y no solo el mercado tradicional de Europa.
Los resultados del primer semestre del año de Cerrejón son una muestra de lo que está sucediendo con el sector del carbón, pues la compañía informó que registró las exportaciones más bajas para este periodo en los últimos 18 años, con 9,5 millones de toneladas. Si se compara con la producción del primer semestre de 2019, se evidencia una reducción de 3,8 millones de toneladas.
Este balance es resultado, según la compañía, de la reducción de la demanda de carbón, la caída del precio, la falta de acceso a reservas más rentables por diferentes fallos judiciales, como La Puente y la crisis generada por la Covid-19.
Claudia Bejarano, presidenta de Cerrejón, afirmó que en el primer semestre de 2020 registraron pérdidas por $368 mil millones.
“El mundo ha cambiado y por lo tanto debemos cambiar y adaptarnos para que Cerrejón siga existiendo por muchos años más, esto es una responsabilidad de todos nosotros. Como parte del plan de transformación para superar esta crisis, hemos venido implementando ya varias iniciativas. El cambio de turno es una más, que se ha estudiado en detalle desde todos los ángulos. Sabemos que es una iniciativa compleja y que cambiará la forma como veníamos trabajando, pero como siempre, todo lo que hacemos lo hacemos de una forma responsable y asegurando la salud y seguridad de todos nuestros trabajadores y contratistas”, dijo Bejarano.
Actualmente la compañía negocia la convención colectiva con el sindicato que ya ha anunciado que revisa declararse en cese de actividades.
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