Minería: Salvavidas para la recuperación económica

Tomado de Gerens

El sector minero-energético podría generar unos 56 mil empleos, con inversiones por $37 billones, dice el Gobierno. Esto en medio de la necesidad de avanzar en metas ambientales más ambiciosas para el mundo después del COVID-19.

El sector de la minería está llamado a impulsar la recuperación económica del país una vez se supere la crisis sanitaria. Pero la afectación por la pandemia del COVID-19 ha llevado a que se registre una disminución de las exportaciones mineras del -8 %, lo cual significa un retroceso del PIB minero del -12 %, que estaba proyectado antes del coronavirus para crecer un 7 %.

El escenario es complejo: mientras el oro es el mineral que más se valoriza, la cotización del carbón retrocede. A esto se suman decisiones judiciales que frenan el pleno desarrollo de la producción de algunos minerales metálicos. El gerente del Banco de la República, Juan José Echevarría, destacó que el precio del carbón ha caído, pero el del oro ha subido “porque la gente quiere protegerse contra la enorme volatilidad”. Pero, desafortunadamente, ese no es un producto de exportación de Colombia como sí lo son el petróleo y el carbón.

El sector minero-energético podrá generar inversiones por cerca de $37 billones en los próximos dos años con una generación de 56 mil empleos, resalta el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa. En ese contexto, el presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), Juan Camilo Nariño, estima que el sector de la minería podría atraer un poco más de $20.000 millones en inversión extranjera a partir de 2021.

Sin embargo, el carbón, mineral del cual Colombia tiene importantes reservas, pasa por un momento difícil en su producción y en su cotización internacional. Desde julio de 2018, cuando el precio rondaba los US$95 por tonelada, la cotización internacional ha venido bajando de manera significativa y se espera que entre este y el siguiente año se mantenga cerca de los US$50 por tonelada.

Mirando el comportamiento de la producción se siente más la preocupación. Desde 2017, el carbón ha mermado su ritmo: de 90,5 millones de toneladas registradas en ese año, se llegó a 84,3 millones en 2018, para continuar descendiendo a 80,3 millones el año pasado, con proyección de estar en 65 millones en 2020. “Nosotros tenemos unas minas que podrían llegar a producir 100 millones de toneladas. De 2017 a las proyecciones de 2020 vamos a perder 25 millones de toneladas en exportaciones”, advirte Nariño.

Además de la pandemia, el sector del carbón ha enfrentado un contexto complejo por el precio del mineral en el mercado internacional, que ha caído desde 2018 cerca del 53 %, dice José Miguel Linares, presidente de la multinacional Drummond.

Además señala que “en lo corrido del año hemos exportado 17,5 millones de toneladas a más de 24 países. De hecho, justo por estos días estamos cumpliendo 25 años desde que cargamos el primer buque en puerto Drummond, lo que implica que pronto estaremos cumpliendo nuestras primeras 500 toneladas de carbón colombiano al mundo”.

Para la balanza comercial colombiana la caída del precio y la producción del carbón podrían significar una pérdida anual de US$1.000 millones. En regalías podrían ser menores ingresos de $300.000 millones. Nariño considera que se requieren con urgencia unos precios de producción más competitivos y llegar al mercado de los países del sudeste asiático. “La proyección (baja) de 2020 se debe a que hay dos compañías, de las cuatro existentes, que han decidido suspender sus operaciones por la coyuntura de competitividad que existe”.

Las dos compañías que han decidido cesar sus operaciones son CNR y Prodeco. La decisión fue motivada por los bajos precios, la poca demanda y la pandemia. CNR (Colombian Natural Resources), que está integrada a la matriz Murray Energy, interrumpió la extracción de carbón en las minas La Francia y El Hatillo, ubicadas en El Paso (Cesar). Por su parte, Prodeco ha dejado inactiva su producción en las minas Calenturitas y La Jagua.

Pese a que Cerrejón se mantiene activa, afronta problemas. En los últimos años ha operado en medio de un entorno complejo con condiciones retadoras que se han agudizado por la pandemia del COVID-19. “Dentro de este contexto, y con las restricciones impuestas por la llegada de este virus, para 2020 la meta de producción inicialmente pronosticada se disminuyó en alrededor de siete millones de toneladas”, dice un informe de la compañía.

La presidenta de Cerrejón, Claudia Bejarano, considera que esta situación “nos obliga a que rápidamente tengamos que transformarnos para asegurar la supervivencia y sostenibilidad de Cerrejón, de tal forma que podamos ser una empresa rentable y que siga brindando beneficios a sus empleados, las comunidades de la región, La Guajira y al país”.

“Para reactivar esta industria, el sector requiere una revisión de los contratos mineros y flexibilización de la liquidación de las regalías, toda una revisión integral para que en 2021 Colombia alcance unas exportaciones de 90 toneladas de carbón”, indica el presidente de la ACM.

Minerales metálicos

Casi por el mismo sentido, pero con un sendero más claro, están los minerales metálicos como el oro y el cobre, principalmente. En este campo hay enormes oportunidades para el país y para el desarrollo de este tipo de minería. Pero acá también hay que sortear obstáculos.

Juan Camilo Nariño recuerda varios proyectos que vienen caminando. Algunos se encuentran en etapa de licenciamiento, como el proyecto de cobre de Jericó (Antioquia), que contempla inversiones de US$1 millón y que se encuentra en su fase final de licenciamiento. Una vez cumpla esta etapa, en enero de 2021, entrará esa inversión a la economía colombiana.

El proyecto de Soto Norte, en Santander, que afronta el rechazo de representantes de organizaciones medioambientales, espera cumplir la etapa de licenciamiento y proyecta inversiones de US$1,2 millones. Este desarrollo incrementaría sensiblemente la producción actual de oro del país: hoy se producen alrededor de 350 mil onzas anuales; el proyecto entregaría 415 mil onzas adicionales. A juicio de Nariño, en este proyecto se necesita dar una discusión técnica “alejada de intereses ideológicos y políticos, honesta y tranquila, sobre todo en el ámbito regional”.

Recientemente se realizó un debate de control político por la situación alrededor del páramo de Santurbán, liderado por el representante a la Cámara César Pachón. Durante el debate se pidió a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) no otorgar licencia en esta zona por considerarlo lesivo al plan de conservación de agua del páramo que abastece a varios municipios de Santander. “Minesa sí afecta el páramo por abatimiento del nivel freático”, dice el informe del representante Pachón, que presentó en la plenaria de la Cámara.

Una tercera ejecución que viene en camino es San Roque (Antioquia), un proyecto en Gramalote que contempla inversiones por US$1 millón y producción de 400 mil onzas de oro. Buriticá, con inversión de US$400 millones y producción esperada de 400 mil onzas, está en su fase final y se espera que en el segundo semestre de 2020 produzca unas 200 mil onzas.

Pero también están trabajos como el de Gran Colombia Gold y Minera Quebradona Colombia S. A., filial de AngloGold Ashanti, que proyectan recursos para invertir por US$1,3 millones. En Marmato (Caldas), Gran Colombia Gold espera una producción de 150 mil onzas de oro y AngloGold Ashanti espera obtener 62 mil toneladas de cobre.

Según la Asociación Colombiana de Minería, la ejecución de todos los proyectos en marcha podrían crear unos 28 mil empleos directos e indirectos, impuestos y regalías por $700.000 millones y por lo menos US$4.900 millones en inversiones. Igual se pasaría de una producción de oro de 1,2 millones de onzas en 2019 a una proyección de 2,6 millones, y en cobre de los actuales 7.641 toneladas a 242.641 estimadas.

Las dificultades y oportunidades futuras del sector llegan en medio de un intenso debate, tanto afuera como en el país, acerca de la necesidad de redoblar esfuerzos en materia de políticas ambientales en el mundo pospandemia, con algunas metas como profundizar transformaciones productivas y de utilización de la energía.

 

 

 

Tomado de: El Espectador «Minería: ¿Salvavidas para la economía pospandemia?» Jorge Sáenz V. (17 de Agosto del 2020) Recuperado de: https://www.elespectador.com/noticias/economia/mineria-salvavidas-para-la-economia-pospandemia/