Ni siquiera el coronavirus ha aislado la polémica en torno a la mina de cobre Quebradona, en Jericó (Antioquia), que hace pocos días retomó labores de manera paulatina con miras a recibir el licenciamiento ambiental que les permita comenzar la etapa extractiva.
Dicha mina, ubicada a 12 km. del casco urbano de este municipio del Suroeste antioqueño, cuenta con 7.600 hectáreas de título minero de donde se esperan extraer 2,9 billones de libras de cobre y 2,2 millones de onzas de oro. De aprobarse la licencia, comenzará un proceso de 38 años: 4 de construcción, 21 de producción, 3 de cierre y 10 de postcierre.
En este proceso, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) realizó una primera visita del 4 al 12 de marzo de este año. En ella los funcionarios pudieron revisar con detenimiento la información suministrada en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y las actividades en campo.
Sin embargo, la entidad anunció que realizará una segunda visita al proyecto, en la que ampliará su cobertura a otros lugares de la zona de influencia que no se pudieron atender.
“Se identifica la necesidad de verificar y profundizar en aspectos relacionados con los medios abiótico y socioeconómico, los cuales son indispensables para continuar con el proceso de evaluación del proyecto. (…) la segunda visita también responderá a una solicitud reiterada de la comunidad del área de influencia del proyecto de llegar a lugares en los que no se pudo estar en la primera”, dice el documento enviado por la ANLA al Procurador Regional de Antioquia, Luis Fernando Bustamante.
La segunda visita se hará una vez el Gobierno levante las restricciones que fueron establecidas ante de la emergencia sanitaria, manifestó la empresa AngloGold Ashanti, propietaria de la mina.
En ese sentido, el pasado 16 de abril, la Procuraduría le pidió a la ANLA celebrar una audiencia pública para el trámite de la solicitud de licencia ambiental de Quebradona. En la misiva, el Ministerio Público advirtió sobre las voces de inconformidad en las comunidades que se verían afectadas por el desarrollo del proyecto, por tener en su territorio una práctica extractiva siendo ellos una región con vocación agrícola.
“Argumentan las comunidades que no son una región con vocación minera, se plantean temores de perder su territorio y el agua de la zona, y que además se generen graves impactos al medio ambiente”, dice el documento.
Y es que precisamente, en marzo de este año la ANLA designó a diversas personas vinculadas al territorio como terceros intervinientes, lo que les dará una voz para exponer sus argumentos técnicos y sociales alrededor de la inconveniencia que tendría otorgar una licencia ambiental al proyecto de explotación de minerales.
“Obtener el aval como terceros intervinientes es un logro importante dentro de todo este proceso, pues le da voces a todos aquellos que, desde lo fáctico y social, venimos demostrando que las externalidades negativas de un proyecto de megaminería en el Suroeste antioqueño son considerablemente superiores a las externalidades positivas. Esto, sumado a todos los problemas ambientales y sociales que ya ha causado el proyecto en la región, es lo que demostrarán todos los ciudadanos incluidos como terceros intervinientes”, afirmó Sebastián Restrepo, Líder de Visión Suroeste.
Ahora, con la emergencia de la actual pandemia, los opositores del proyecto resaltaron la importancia del sector agrícola en la demanda de alimentos y de allí la necesidad de proteger el medio ambiente, la producción alimentaria y el campo.
“El coronavirus llegó a recordarnos la importancia de los alimentos y, por ende, de los campesinos y de la tierra fértil. La modernidad se ha transformado y volcó su visión hacia la preservación del medio ambiente, no a la explotación de la naturaleza”, dijo Jorge Eduardo Cock, Ex Ministro de Minas y Energía, y asesor técnico voluntario de Mesa Técnica del Suroeste de Antioquia.
Sin embargo, para el vocero de AngloGold, ambos sectores pueden convivir sin problema. “Estamos convencidos en que convertir esta riqueza mineral en progreso social, económico y ambiental será una gran noticia para una región que necesita cada vez más oportunidades y creemos que todos los sectores pueden convivir cuando se hacen las cosas bien y con rigurosidad, como lo estamos haciendo”, puntualizó Quintero.
Tomado de: El Tiempo «Mina en Jericó, en etapa clave para licencia ambiental» El Tiempo (4 de Mayo del 2020) Recuperado de: https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/avanza-estudio-de-licencia-ambiental-para-mina-en-jerico-491344
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