Apesar de tener más de 450 años de historia minera, es la primera vez que en California (Santander) se vive un proceso de formalización de minería, que se inició con la creación de la empresa Calimineros, que cuenta con 160 asociados.
Antes de que esto fuera una realidad, realizaban esta actividad de manera informal y sin contar con las herramientas necesarias para su protección personal, huyendo de las autoridades y, en algunos casos, sin las precauciones requeridas en este oficio para la protección del medioambiente.
“Antes no contábamos con casco, guantes, botas de seguridad y ni hablar de seguros; incluso corríamos el riesgo de ser atrapados por las autoridades ambientales y mineras”, dijo Arley Pedraza, miembro de la junta directiva de Calimineros.
La creación de esta empresa (en diciembre del 2018) y el subcontrato de formalización fueron posibles luego de dos años de diálogo entre los mineros informales y Minesa; empresa que en este proceso invirtió $1.531 millones.
“Estamos comprometidos con la legalización en el territorio y por eso se dialogó con los mineros y se llegó a un acuerdo en el que, para formalizar su actividad, se les dio el 30 % del título minero 0125-68, con el que ellos podrán desarrollar un proyecto de oro a pequeña escala y con recursos identificados”, dijo el gerente senior de sostenibilidad de Minesa, Gustavo Cabrera.
Precisamente esta semana se radicó ante la Agencia Nacional de Minería (ANM) la solicitud para suscribir este contrato de formalización para que Calimineros pueda hacer la explotación de recursos de forma autónoma y cumpliendo todos los requisitos que exige la ley. Los mineros se encuentran a la espera de que este proceso concluya a la mayor brevedad, porque va a ayudar a la reactivación económica en post-pandemia.
Para dimensionar la magnitud que tendrá esta empresa en California (que cuenta con unos 2.000 habitantes), Jorge Maldonado, gerente de Calimineros, enfatiza en que: “Los 160 socios y nuestras familias representamos el 32 % de la población del municipio, por lo que el impacto que tendremos en la economía será importante”.
Como parte del acuerdo, la empresa privada se comprometió a soportar el proyecto por los próximos cuatro años a través del fortalecimiento de las capacidades técnicas, mineras, operativas y socioambientales.
Los $ 1.531 millones fueron destinados para la generación de empleo, capacitaciones para los mineros por parte del Sena, estudios técnicos para el área de subcontrato y el apoyo para el funcionamiento empresarial. Además, este rubro es un aporte significativo para sacar adelante este proceso de llevar a un grupo de mineros a la formalización.
De otro lado, va articulado con la meta del Gobierno nacional y del Ministerio de Minas y Energía, que a través de su dirección de formalización minera, lideró los diálogos de Calimineros y Minesa.
“Nos hemos puesto una meta muy ambiciosa de llevar 27.000 nuevos mineros a la legalidad hasta 2022. Este esfuerzo se hace también con el apoyo del sector privado, mostrando que en la legalidad pueden convivir operaciones mineras de diferentes tamaños y encontrando titulares que apoyan la formalización minera”, explicó Carolina Rojas Hayes, viceministra de Minas.
Por su parte, gremios del sector aplauden este tipo de iniciativas, como la Asociación Colombiana de Minería (ACM).
“El compromiso de empresas como Minesa en materia de formalización es clave, porque con ello gana el medioambiente y gana el país en materia de empleos, regalías e impuestos”, dijo el presidente de la ACM, Juan Camilo Nariño.
La idea es que con el título, los mineros trabajarán bajo la figura de subcontrato de formalización, esto se traduce en que habrá coexistencia entre la empresa Calimineros y el proyecto Soto Norte de Minesa.
“Durante el tiempo de vida útil del proyecto Soto Norte y una vez lo tengamos construido, vamos comprar y a procesar todo el material mineralizado que vaya a producir Calimineros y se lo pagaremos a precio del mercado”, contó Cabrera.
Para los mineros esta compra a precios del mercado es de gran importancia, pues antes recibían menos.
“En el mercado negro recibíamos entre un 40 o 43 % menos frente a los precios que hay en el mercado oficial, por lo que nos mejoran muchísimo las condiciones”, enfatizó Maldonado.
En el área que se le asignó a Calimineros se podrán extraer unas 70 toneladas en bruto diarias, llegando hasta las 25.000 toneladas anuales.
De la mano de mejores precios y la generación de trabajos con todas las prestaciones que la ley exige, también llegan las responsabilidades económicas y ambientales para los mineros ya formalizados.
“Para nadie es un secreto que se utilizaron métodos como el uso de mercurio y cianuro, que causaron daños al medioambiente, pero con este proceso de formalización seremos amigables con el medioambiente”, afirmó Perlaza, quien hizo énfasis en que Calimineros no utilizará ni cianuro ni mercurio.
En cuanto a la parte económica, al pasar a la legalidad, estos mineros ahora le generarán aportes al país.
“Todavía pagando impuestos y regalías, nuestra actividad sigue siendo rentable”, dijo Maldonado.
En cuanto al logo de la empresa, se incluyeron las imágenes de un minero, la iglesia, pues el municipio es tradicionalmente católico, y de San Antonio de Padua, patrón de los mineros, que incluso tiene un santuario en este lugar.
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