La protección de los Páramos es un tema trascendental en la actual conversación del país, por ser un factor de importancia dentro del desarrollo de Colombia. Estos ecosistemas son considerados esenciales para el sostenimiento de la población, gracias a la regulación del ciclo hidrológico que permite el suministro de este recurso vital para el consumo. Además, de ser importante para llevar a cabo actividades económicas como la agricultura.
Para garantizar que las zonas de páramo sean respetadas, el Gobierno Nacional en compañía de la Cámara de Representantes y del Congreso Nacional decretaron la Ley 1930 del 2018, en la cual los Páramos se entienden como territorios de protección especial que integran componentes biológicos, geográficos, geológicos e hidrográficos. Por este motivo, se prohíbe el desarrollo de actividades de exploración y explotación minera o cualquier otro tipo de actividad económica que durante su desarrollo pueda afectar dichos ecosistemas.
Es necesario precisar que proyectos que se encuentran en etapa de licenciamiento como el Proyecto Soto Norte de Minesa, se encuentra fuera del Páramo de Santurbán. De acuerdo con su delimitación actual, los páramos se encuentran en una cota en torno a los 3.100 msnm y el punto más cercano del proyecto tiene una altitud máxima de 2.640 msnm. La Viceministra de Minas Carolina Rojas Hayes ha afirmado en varias ocasiones que este proyecto es una apuesta para la minería moderna.
El compromiso de las empresas mineras con el medio ambiente sigue fortaleciéndose; según la Asociación Colombiana de Minería en el 2018 se realizó una inversión de 350 mil millones de pesos destinados a temas ambientales, de los cuales el 46% fue un aporte voluntario por parte de las empresas del sector. De esta manera, se sigue contribuyendo en conjunto para hacer de esta actividad económica vital para la reactivación económica, fundamentada de una manera sostenible en pro del cuidado del medio ambiente y el desarrollo del país.
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