Recuperación económica con minería

Tomado de Portafolio

En entrevista con Portafolio el recién posesionado ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, explicó sus prioridades en esta cartera.

Además de ratificar el compromiso del Gobierno con continuar la agenda de promoción de las energías renovables, sello de su antecesora María Fernanda Suárez, el nuevo ministro incluyó dentro de sus objetivos la dinamización de las industrias extractivas.

Este mensaje es una señal muy positiva para el sector petrolero, pero especialmente para los proyectos mineros en las fases de construcción y de exploración. En palabras de Mesa, “nos enfocaremos en sacar adelante los principales proyectos mineros”.

Esta no es una agenda sencilla de desarrollar tanto en sus aspectos técnicos y ambientales como en los políticos y regionales. En años recientes poderosos bloques políticos junto a comunidades en áreas de influencia se han movilizado con éxito para detener la exploración minera en sus territorios.

Importantes segmentos de la opinión pública, especialmente en las grandes ciudades, rechazan las actividades mineras, esgrimiendo argumentos ambientales como la protección del agua. Además, bancadas de la oposición al actual Gobierno se oponen de plano cualquier actividad extractiva.

Dicho lo anterior, la más reciente edición de la Brújula Minera registró unos resultados más positivos para el sector que en años anteriores.

Este año, por primera vez en seis años de estudios similares, el 68 por ciento de los residentes en municipios mineros y el 63 por ciento de municipios no mineros consideraron positiva la minería.

No son muchas las iniciativas de gran tamaño que se están desarrollando hoy en el país. Por ejemplo, el complejo aurífero de Buriticá en Antioquia, cuya sola entrada en operación aumentará en un 20 por ciento los niveles de extracción legal de oro nacional.

El actual panorama minero colombiano incluye dos proyectos, uno de cobre en Quebradona (Antioquia) y otro de oro en Soto Norte (Santander). Ambos están pendientes de finalizar sus trámites ambientales y convocan una fuerte oposición regional y ambiental.

El caso del proyecto Soto Norte, de propiedad emiratí, incluye una difícil decisión de las autoridades ambientales sobre la delimitación del páramo de Santurbán.

A lo anterior se añade el debate sobre la consulta previa y la necesidad, en medio de la pandemia del coronavirus, de adoptar esquemas semipresenciales para estos cruciales requisitos que exigen las licencias ambientales.

Por último, y no menos importante, la agenda minera del país requiere programas de formalización y convivencia para los mineros informales y de subsistencia que mejoren su calidad de vida y la seguridad de su trabajo.

En momentos en que Colombia debate los caminos para su reactivación económica, las actividades mineras merecerían algo de atención. Si bien, de acuerdo a cifras de la Asociación Colombiana de Minería, el PIB minero se reduciría en 6 por ciento este año por la covid-19, este sector contribuye con 2 por ciento del PIB nacional, ha generado más de 350 mil empleos directos y aportó 2,5 billones de pesos en regalías en 2019.

De hecho, solo los grandes proyectos en fila podrían jalonar inversiones por 5 billones de dólares y crear 28 mil empleos en los próximos cuatro años.

La pandemia del coronavirus ofrece una ventana de oportunidad. Las empresas mineras pueden apostarle a desarrollar proyectos con altos estándares ambientales, tecnología de punta, avanzada responsabilidad social y la vigilancia del Estado y las comunidades. En otras palabras, construir casos de éxito de desarrollo regional y sostenibilidad ambiental desde las industrias extractivas, mientras contribuyen a la recuperación.

 

Tomado de: Portafolio «¿Recuperación con minería?» Francisco Miranda (8 de Julio del 2020) Recuperado de: https://www.portafolio.co/opinion/editorial/recuperacion-con-mineria-carta-del-director-editorial-542514