Al nivel más bajo en la historia que han tenido en abril y mayo los embalses de generación de energía (32,8 por ciento al 26 de mayo), que llevó a la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) a plantear una intervención del mercado de generación, para obligar a las centrales hidroeléctricas a ahorrar agua a fin de no tener sustos para atender el consumo en el verano de fin de año y comienzos de 2021, se han sumado otros eventos que tienen al Gobierno estudiando la opción de declarar una emergencia eléctrica.
El martes pasado, las entidades de sector (Ministerio de Minas y Energía, Creg y Unidad de Planeación Minero Energética –Upme–) se reunieron para hacer los análisis previos requeridos para a estrenar esta figura, que surgió con el decreto legislativo 574 del 15 de abril pasado, y con la que se busca actuar de forma rápida cuando haya riesgos graves para la continuidad en la prestación del servicio de energía eléctrica, gas combustible y distribución de combustibles líquidos.
Según fuentes enteradas del tema, el asunto de fondo para esta situación son los impactos que comenzó a generar la pandemia del coronavirus (y las medidas tomadas) en los indicadores del mercado eléctrico de los siete departamentos de la región Caribe, atendido por Electricaribe (ya subastado a dos nuevos inversionistas), lo que podría tener repercusiones en los estándares con los que el Gobierno debe entregar los dos nuevos mercados (Caribe Mar y Caribe Sol) a dichos operadores.
En el decreto legislativo se estableció que para decretar la emergencia eléctrica debe existir un concepto previo de la Upme y de la Creg y, de acuerdo con las fuentes, el presidente Duque estaría esperando solamente dicho documento para hacer el anuncio en los próximos días, junto con la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, en el espacio televisado que se habilitó para informar las medidas que se toman bajo el estado de emergencia social, económica y ecológica.
Bajo la emergencia eléctrica, las decisiones y acciones para superar las circunstancias que la originaron, quedan exclusivamente a cargo del Ministerio.
Según el más reciente informe de la agente especial de Electricaribe, Ángela Patricia Rojas, para el primer bimestre el recaudo de Electricaribe fue del 81,24 por ciento y el nivel de pérdidas de energía llegó al 26,71 por ciento.
Pero las fuentes señalan que la primera cifra ya estaría por debajo del 65 por ciento. Rojas confirmó que el recaudo en abril fue del 67 por ciento, mientras el promedio móvil de pérdidas fue del 26,6 por ciento.
José Camilo Manzur, presidente de la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica (Asocodis), explica que en todo el país de febrero a abril los recaudos han disminuido en promedio cerca del 20 por ciento, pero en algunas firmas ha sido significativo.
Y además de esta situación, Electricaribe hoy debe comprar en bolsa alrededor del 30 por ciento de la energía a un mayor precio, con efectos en el precio final a sus clientes, que inciden en el recaudo.
Según la firma XM, operador del mercado eléctrico, entre el 1.° y el 22 de mayo el precio de la energía en bolsa tuvo un promedio de 340,3 pesos por kilovatio, para un aumento del 34 por ciento frente al promedio de abril, de 253,3 pesos por kilovatio.
Ante esto se conoció que la semana pasada el Gobierno le giró a Electricaribe, a través del Fondo Empresarial de la Superintendencia de Servicios Públicos, 515.0000 millones de pesos para compras de energía y mantenimiento de la operación, hasta septiembre, que es cuando se deben entregar las empresas separadas a los dos inversionistas.
No obstante, el viceministro de Energía, Diego Mesa, aseguró que “por ahora no lo hemos contemplado”, al referirse al tema.
Embalses, dolor de cabeza
Pero, además, otra preocupación para el Gobierno, analistas y consumidores es la posibilidad de que a finales de año se materialice un riesgo de racionamiento, ante los bajos niveles de lluvias y de los embalses de generación (32,8 por ciento), que llevaron a la Creg a plantear la intervención del mercado, para obligar a las plantas hidráulicas a embalsar agua.
Según Alejandro Lucio, director de la firma Óptima Consultores, luego de esa resolución en consulta no se ha decidido nada y lo preocupante es que “nada que llueve”, mientras que la generación térmica no sube de forma significativa. Para lograr este embalsamiento se deberían estar produciendo entre 75 y 80 gigavatios hora diarios con centrales térmicas, y el nivel está entre 60 y 65 gigavatios.
Incluso, la semana pasada la Comisión Asesora de Coordinación y Seguimiento a la Situación Energética del País (Cacse) reiteró la necesidad de que los generadores hidráulicos embalsen lo requerido para asegurar la confiabilidad.
Y si bien -según otras fuentes- la ministra Suárez era partidaria de tomar la medida de forma rápida, se decidió dar un margen de espera para ver si el mercado reaccionaba, pero ello no ha sucedido.
Conocedores del sector creen que el sistema ha estado de buenas, pues no solo no entró en operación Hidroituango en diciembre de 2018, sino que el coronavirus implicó una caída importante de la demanda industrial.
Las cifras de XM muestran que, luego de haber iniciado el año con aumentos del 4,1 por ciento anual en enero y de 8,5 por ciento en febrero, en marzo y abril el consumo de este sector cayó 4,8 por ciento y 24,5 por ciento, respectivamente, y en lo que va de mayo el descenso ha sido del 14 por ciento.
Y aunque el consumo total del país, hasta el 26 de mayo, subía apenas 0,4 por ciento, al ubicarse en 27.309 gigavatios hora, en el documento 056 del 29 de abril, según lo reveló EL TIEMPO hace dos semanas, la Creg mostró que los análisis de XM han identificado que para el inicio del verano 2020-2021 se debe tener un nivel de embalses del 70 por ciento para no tener dificultades en el período de sequía.
Además, en la resolución en consulta 080, que describe la intervención, la Creg resalta que si bien el aislamiento ha mitigado el impacto de las bajas hidrologías sobre las reservas de energía embalsada, “resulta fundamental que, ante el levantamiento de dichas medidas, la recuperación económica del país no se vea limitada por riesgos en el suministro de energía”.
Así están los embalses
Hasta el martes 26 de mayo el nivel promedio de provisiones de agua para la producción de energía era de 32,8 %, pero en abril estuvo, incluso, más abajo (31,8 % ), según la firma XM.
Hace un año, en el primer trimestre su nivel era del 43 %, pero este año no han reaccionado. Hoy, la región con los niveles más bajos es la oriental, con el 27,5 %, mientras en Antioquia, clave para la hidroelectricidad, está en el 32,38 por ciento.
Por ejemplo, el embalse del Guavio estaba el martes en un 8,7 por ciento; el Peñol, en 35,81 por ciento menos de la mitad de hace un año, y el nivel de Hidrosogamoso es de 22,3 por ciento, muy por debajo del 78 por ciento de hace un año.
Tomado de: El Tiempo «Los nubarrones que llevarían a declarar la emergencia eléctrica» Omar G. Ahumada Rojas (28 de Mayo del 20209 Recuperado de: https://www.eltiempo.com/economia/sectores/por-que-el-gobierno-estudia-declarar-la-emergencia-electrica-en-el-pais-500354
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