Refugios mineros, el lugar en donde prima la vida.

Primer refugio para mineros en el municipio de Segovia. FOTO JULIO CÉSAR HERRERA

Con el paso del tiempo los seres humanos hemos aprendido a adaptarnos a situaciones impredecibles que muchas veces provienen de circunstancias que son inciertas, incontrolables e inconsistentes, y que suelen provocar desastres a su paso, muchos de ellos denominados como fenómenos naturales. Ante esta situación, el hombre ha implementado diversos sistemas de riesgos en su cotidianidad, con el propósito de identificar posibles factores que atenten contra la seguridad de los individuos, y de esta forma mitigar y disminuir las consecuencias que conlleven.

Un ejemplo de lo anterior es lo que está sucediendo actualmente en Estados Unidos con el Huracán Dorian, en donde estados como Florida y Georgia llevan lidiando por más de 25 años contra este fenómeno, a tal punto que han tenido que adaptar sus hogares y sitios de trabajo en refugios. Algo muy parecido sucede con algunas industrias, como en el sector minero, dado a que su espacio laboral es un lugar propicio para los accidentes, por ello día a día innovan en infraestructuras que salvaguardan la vida de sus
colaboradores.


En año 2017, Gran Colombia Gold se convirtió en la primera compañía del sector en contar con 3 refugios mineros subterráneos ubicados en cada una de sus minas: el Silencio, Providencia y Sandra K. Estos sitios cumplen con las exigencias y los requisitos de seguridad minera a nivel internacional como la Administración de Seguridad y Salud en Minas (MSHA) y por la Agencia Nacional de Minería.

Estos espacios tienen la capacidad para albergar a 60 personas por 72 horas completas y cuenta con elementos de supervivencia como: equipos de purificación de aire, aire condicionado, oxígeno, raciones de alimentos y agua, una planta de generación eléctrica para mantener los sistemas de apoyo, baños y equipos de atención prehospitalaria, entre otros. A demás, es resistente en casos de incendios, derrumbes o contaminación de la
atmósfera que se presenten en el interior de las minas, y en caso de presentarse un siniestro, tiene georreferenciación para ubicarlo más fácil.


En este proyecto se invirtieron más de 300 millones de pesos para reforzar y velar por la seguridad no solo de los colaboradores, si no también de visitantes de la mina, ya que la empresa entiende que el valor de la vida no tiene precio, ante el impredecible poder de la naturaleza, es por esa razón que a través de este proyecto, Gran Colombia Gold demuestra su compromiso no solo con la seguridad, si no con la vida, siendo un ejemplo
para la industria y el mundo.