Que la agricultura bien hecha es una buena oportunidad económica y sostenible para las familias y la región del Nordeste es lo que la iniciativa ‘Biodiversidad y agua para el futuro’ quiere demostrar.
La idea, que comprende desde un mega vivero de árboles maderables, pasando por la siembra de cacao premium y terminando en el especial cuidado, tratamiento y suministro de agua para las comunidades, entre otras, es un proyecto liderado por la minera canadiense, con sede en el país, Colombia Gran Colombia Gold.
El proyecto camina en asocio con la compañía Agroindustriales y desarrollado, en Segovia y Remedios. Dos municipios mineros por tradición y en donde la agricultura es escasa.
El ingeniero agropecuario, Beliz Eduardo Oviedo Manrique, quien se reconoce como ‘un campesino con alma cacaotera’, nació en San Vicente de Chucurí, Santander. Esta es una de las zonas de siembra por excelencia de cacao tipo exportación.
Oviedo es quien lleva las riendas en la finca Curuná, ubicada en el municipio de Remedios. Él ha dedicado gran parte de su vida a cultivar cacao e incluso trabajó en la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao) por 23 años. También lo fue de otras asociaciones y pequeños productores.
“Lo más importante de este proyecto es mostrarle a la gente que en el campo se puede producir, que si se trabaja bien se puede generar buena economía y empleo para una mejor estabilidad económica propia, de las familias y en general del territorio”, dijo Oviedo.
La iniciativa comprende sembrar 500 hectáreas con plantas de cacao, 50 por año. En 10 años se alcanzará la meta. Actualmente, cuentan con 20 hectáreas sembradas que, desde ya, le asegura el título del vivero orgánico más grande del Nordeste antioqueño.
También está proyectado continuar con la siembra de 3 hectáreas con 100.000 semillas de maderables entre diferentes especies como: samán, tulipán, balso, pata de vaca, ceiba, teca, acacia negra, ixora enana, limón, mataratón, melina y vetiver.
Igualmente, otras semillas como plátano y hortalizas que puedan ser efectivas para realizar reforestación en territorios devastados, principalmente, por la minería ilegal.
“Soy testigo y he visto como familias de bajos recursos económicos, luego de empezar un proyecto productivo agropecuario, se han hecho a sus tierritas y hoy en día tiene un muy buen estilo de vida”, agregó el ingeniero Oviedo.
En este vivero actualmente están sembrando entre 4 y 6 semillas diferentes de cacao especial, sacado de una selección muy minuciosa que busca garantizar que el producto final en la zona sea un cacao fino y exclusivo en aroma y sabor. Para esto están usando clones o semillas de las mejores en eficiencia, auto compatibilidad y productividad, avaladas por el Consejo Nacional de Cacaoteros y seleccionadas por la Federación Nacional de Cacaoteros de Colombia.
Ellos probaron las características organolépticas especiales que determinan los perfiles sensoriales como el sabor, el color y el olor.
Pero por otro lado, las semillas también se han medido en rendimiento o productividad y su tolerancia en cuanto a las plagas y enfermedades para garantizar su calidad.
Algunas de las semillas o clones que se están usando son el FSV41, de origen de San Vicente de Chucurí; FER 5, Arauquita; 5, FTA2, de Fedecacao; Tame 2, FET 2, del Carmen de Chucurí y uno de los más exclusivos, el CCN51. También uno de los mejores en productividad.
Hay que resaltar que las condiciones climatológicas de la región del nordeste cumplen con las condiciones necesarias para cultivar el cacao.
Sin embargo, si se tiene una diferencia: y es que los suelos son más pesados o difíciles de manejo para cultivar.
Por esa razón, entonces, para solucionarlo, es necesario hacer trabajos de fertilización.
La altura en la hacienda es de entre 600 y 800 metros de altura con respecto al nivel del mar.
El cacao es productivo desde los 0 metros hasta los 1.000 metros de altura lo que hace viable el proyecto que pretende producir cacaos especiales como los producidos en Santander y que se cultivan entre los 400 y los 1.000 metros.
Sin embargo, en esta zona hay un reto adicional. Este tiene que ver con las sequías que son, en algunos momentos, extensas.
Pero, ya se está en una búsqueda para darle solución que podría ser con mecanismos como riegos artificiales.
Es una manera de mostrarles a las comunidades que hay otra forma de trabaja.
Para la Gran Colombia Gold y su compromiso de involucrarse y ser un actor de gestión para el fomento del desarrollo sostenible en los lugares donde opera, el aprovechamiento de tierras mediante proyectos agroforestales y agrícolas en los predios de la compañía es una de sus prioridades.
Es también una manera de concientizar a la población con prácticas responsables con el ambiente.
“Por eso mediante los cultivos de cacao y los árboles para reforestación, se da inicio al proyecto productivo en la región y con el que se busca dar alternativas diferentes a la actividad minera ilegal desarrollada en la región, ofreciendo nuevas oportunidades laborales para los habitantes del territorio en labores y actividades agrícolas económicamente rentables y sostenibles”, aseguró el vicepresidente de asuntos corporativos de Gran Colombia Gold, José Ignacio Noguera.
Para el ingeniero experto en cacao, Oviedo, este producto es tradicional en la economía campesina y muy rentable.
Por ejemplo, explica, una familia que por lo menos tenga 3 hectáreas cultivadas de cacao, puede vivir bien. Según sus cálculos, cada hectárea produce en promedio 1.500 kilos que se venden en aprómadamente 6.000 pesos para un total de 9 millones de pesos.
Esto, al multiplicarlo por 3 hectáreas serían 27 millones de pesos que serían representativos para el sostenimiento de una familia.
“Es una manera de mostrarles a las comunidades que hay otra forma de trabajar, otra forma de producir, que la agricultura es también rentable y, además, amigable con el medioambiente a diferencia de la minería ilegal” puntualizó el directivo de la multinacional canadiense.
Fuente: www.eltiempo.com
0 comments