Las esmeraldas colombianas son únicas en el mundo. No solo por su ya reconocida calidad y su intenso color, lo que las hace las más apetecidas en el mercado internacional, sino por el proceso que llevó a su formación, que es diferente al de otras regiones productoras en el planeta.
Esta es una de las conclusiones de una investigación de un grupo de geólogos colombianos y taiwaneses que desde hace tres años vienen estudiando en campo y en el laboratorio el origen y la exploración de las piedras preciosas de la zona esmeraldífera de Boyacá y Cundinamarca.
La investigación, llamada ‘Análisis de isótopos estables’ y que utiliza isótopos de carbono, oxígeno y azufre sobre minerales y rocas asociadas a las esmeraldas, permitió definir el origen de los fluidos que mineralizaron las esmeraldas colombianas.
El estudio es liderado por el experto geólogo Sheng Rong Song, profesor asociado a la National Taiwan University (NTU), y el también geólogo de la Universidad Nacional de Colombia Gabriel Felipe Niño, quien en el marco de la maestría que realizó en la NTU creó el grupo Emerald Explorers (Emex).
Este grupo hace parte del Departamento de Ciencias de la Tierra de la NTU, uno de los 50 mejores departamentos del mundo, de acuerdo con el ranquin QS. Niño realiza actualmente su segundo año de doctorado en Geología y está próximo a hacer una publicación científica de su investigación sobre las esmeraldas del altiplano cundiboyacense.
La esmeralda es una de las cuatro piedras preciosas principales (las otras tres son el rubí, el zafiro y el diamante) y es muy apetecida en el mercado de las joyerías por su belleza. Los principales centros de comercio de estas gemas son Hong Kong, Singapur, Nueva Deli y Nueva York. Precisamente, en esta última ciudad se subastó en 2 millones de dólares una de las más famosas esmeraldas del mundo: la Tena, una piedra preciosa de 2.000 quilates que fue extraída en una mina de Muzo, en el occidente de Boyacá.
Para el análisis de las esmeraldas, los geólogos viajaron en dos ocasiones (2016 y 2018) desde Taiwán a Colombia y visitaron los cinturones esmeraldíferos oriental y occidental, localizados en los mismos flancos de la cordillera Oriental.
En ambas visitas se tomaron muestras que fueron llevadas a los laboratorios de la NTU para, a través de la utilización de diferentes herramientas de exploración, realizar “los análisis geoquímicos que determinan las zonas podrían ser potencialmente productivas”.
Los resultados de la investigación, que fueron presentados recientemente en un simposio de geólogos que tuvo lugar en Bogotá y en el Congreso de la Unión Europea de Geólogos realizado en Viena (Austria) en 2017, confirman el hallazgo de una investigación anterior sobre el proceso único de formación de las esmeraldas del altiplano y plantea que la técnica de isótopos estables también sirve como herramienta de exploración en la zona esmeraldífera comprendida entre los municipios de Muzo y Maripí, en Boyacá, y Gachalá, Chivor y Macanal, en Cundinamarca.
Además de esto, a través de este método se podría confirmar que en esa región de la sabana cundiboyacense existen áreas con un “potencial atractivo” para la exploración de piedras preciosas, como hasta ahora lo ha permitido inferir la investigación.
El geólogo bogotano, quien se ha especializado en esa área gracias a una beca de estudio, explica que el análisis del grupo Emex permite confirmar que la formación de las esmeraldas colombianas se dio por efecto del contacto de fluidos salinos que se liberaron por movimientos tectónicos y luego se movilizaron a lo largo de fallas geológicas y entraron en contacto con evaporitas (sales formadas por la evaporación del agua marina). Esta teoría ya la habían planteado estudios anteriores, como el realizado por el reconocido geólogo Gastón Giulliani.
“Ese contacto de los fluidos con las rocas sedimentarias liberó los elementos que conforman las esmeraldas y otros minerales que las acompañan”,explica el investigador, quien no obstante aclara que dicha formación se dio en unas condiciones físico-químicas ideales y en la presencia de presiones y temperaturas altas.
Niño explica que la formación de las esmeraldas de otras zonas del mundo, como por ejemplo Nigeria, se produce en rocas intrusivas (que se forman a partir del enfriamiento lento del magma) que entran en contacto con fluidos de origen magmático.
Sin embargo, de acuerdo con este geólogo, esa interacción de fluidos y roca no fue igual en toda la zona esmeraldífera del altiplano, lo que ha llevado a que unas áreas tengan mayor o menor potencial. Sin embargo, agrega, “el estudio realizado no es suficiente, y se deben integrar otros análisis para determinar dónde hay mayor potencial”, así como la edad de la esmeralda colombiana, un tema que todavía debaten los geólogos. Algunos plantean que las de la parte occidental de la cordillera Oriental son de alrededor de 33 millones de años y las de la parte oriental, de 66 millones de años.
Pero la investigación del grupo colombo-taiwanés también ha tenido en cuenta las condiciones en que se realiza la extracción de esmeraldas en el altiplano, que, salvo contadas excepciones, se lleva a cabo a través de socavones perforados de forma artesanal. Es por eso que el geólogo Gabriel Felipe Niño plantea la necesidad de integrar la experiencia de los mineros con el conocimiento técnico y científico y explica que aunque “el negocio de la minería tiene unos riesgos bastante altos, si se integran la experiencia y las partes técnica y científica, habría menos riesgos para la elevada inversión que exige”.
Cooperación en educación
Como en el caso del geólogo Gabriel Felipe Niño, quien ya realizó una maestría y adelanta un doctorado en Taiwán, este año al menos 10 colombianos lograron becas de estudio del Gobierno taiwanés. Los interesados en acceder a ese beneficio deben postularse a programas de maestría o doctorado, de estudio del mandarín o a las convocatorias anuales del Fondo de Cooperación y Desarrollo Internacional (ICDF, por su sigla en inglés) y del Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático.
En este caso, las convocatorias son a través de sus oficinas comerciales para programas como Sinología, China continental, Relaciones entre Taiwán y China continental, Asia Pacífico. Estos están dirigidos a docentes, intelectuales e investigadores y son dictados por la Universidad Privada de Tunghai y el Centro de Estudios Chinos.
El mercado mundial de las gemas
El mercado mundial de esmeraldas es pequeño si se compara con otros productos de mayor demanda. Óscar Baquero, presidente de la Federación Nacional de Esmeraldas de Colombia (Fedesmeraldas), estima las exportaciones totales de la piedra preciosa en cerca de 350 millones de dólares al año, de los cuales el país participa con unos 150 millones; Zambia, con 100 millones, y otros 50 millones entre Brasil, Afganistán, Pakistán y otros países.
Y aunque Colombia no es el mayor productor en volumen –es el segundo, con 2 millones de quilates exportados en 2017 (unos 400.000 kilos)–, las gemas del altiplano sí son las más apetecidas y de mayor recordación. Precisamente, las más famosas son colombianas. Ellas son: Fura, con 11.000 quilates; Tena, con 2.000, y La Emilia, con 890. Y el anillo más valioso perteneció a la familia Rockefeller y se subastó este año en 5,5 millones de dólares.
Los principales mercados de estas piedras exclusivas son India, China, Italia, Francia, Alemania, Suiza, a donde llegan a través de comercializadores de Estados Unidos, mediante transacciones fuera de bolsa.
Fuente: portafolio.co
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