Telefónica avanza hacia un modelo de consumo energético renovable. La compañía ha anunciado que acabará 2018 con la mitad de su consumo global de electricidad por la vía de las energías limpias, un avance del 3% respecto al 47% con el que terminaba 2017. La compañía estima subir este porcentaje hasta el 70% en el año 2019.
Esto supone una mejora de cara a los objetivos marcados en su Programa de Eficiencia Energética, que siguen las directrices pautadas por el Acuerdo de París para la reducción de emisiones de CO2. Entre estos estaría la apuesta por fuentes renovables de suministro eléctrico, con el objetivo —ya superado— de que el 50% del consumo en 2020 sea por esta vía. Para 2030, la compañía se plantea que el 100% de la energía empleada venga de fuentes limpias.
Este porcentaje de consumo, que ya tiene en España, Reino Unido y Alemania, será el que a partir de noviembre impere también en las operaciones de Telefónica en Brasil. El país sudamericano es uno de los territorios en los que se ha producido mayor avance a lo largo del año, y gracias a los esfuerzos para dar el cambio al uso de energía renovable certificada, se estima que Vivo reducirá un 65% sus emisiones de CO2 a partir de 2019.
México y Chile son otras de las dos regiones en las que más ha avanzado este año la compañía en el cambio del modelo de suministro. En el primero de los dos países, Telefónica ha empezado a consumir energía del parque KAIXO Solar, gracias a lo que el 40% del consumo de electricidad de la compañía en el país será renovable. En Chile, un terreno más regulado, Telefónica compra un 20% de su energía eléctrica en el mercado libre, optando por un suministrador renovable. Otros territorios, como Costa Rica o Uruguay, son casi 100% renovables; en este último, además, la compañía vende el excedente de energía limpia que resulta de su actividad a la red de distribución eléctrica. Una medida que se enmarca dentro de su apuesta por incorporar la autogeneración renovable en los emplazamientos más idóneos.
El Plan de Energía Renovable de Telefónica se apoya en cuatro líneas de acción: adquisición de electricidad renovable con garantía de origen; acuerdos de compra de energía a largo plazo; acuerdos bilaterales de menor duración; y autogeneración. Estas se van adaptando en función del territorio y la regulación vigente. Según las previsiones de la compañía, este Plan reportará al grupo un ahorro potencial del 6% en la factura de energía en 2020 y hasta un 26% en 2030, y evitará que lleguen a la atmósfera cada año alrededor de 1,5 millones de toneladas de CO2 en 2030.
Fuente: networkworld.es
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