Su celular está compuesto por coltán, cadmio, níquel, zinc y cobalto. Su computador tiene aluminio, cobre, plomo, cromo, oro y plata. Su casa fue construida con ladrillo, arena, cemento, mármol, caliza, cerámica y arcilla. Su carro, moto y bicicleta fueron ensamblados con hierro, carbón, aluminio, zinc, sílice, borato y grafito. Los aviones son fabricados con aluminio, cobre, bertrandita y magnesia. ¿Sabe usted que tienen en común todos elementos enunciados? Que son minerales o fueron obtenidos del procesamiento de un mineral.
Enunciar en este artículo, cuales herramientas utilizadas por los seres humanos en la vida diaria, necesarias o suntuosas, contienen minerales o son producto de ellos, sería inabarcable. Sin embargo, el punto está claro, la industria extractiva es la responsable de la producción de los minerales y demás elementos que permiten el modelo de vida actual de la humanidad.
La discusión no debería darse para determinar si queremos o no minería en el país, porque no hay duda de que es necesaria, no solo por su utilidad, sino por la cantidad de empleos que genera y la importancia de los recursos que percibe Colombia a través de las regalías. No podemos permitir que la desinformación ocasionada por intereses políticos y económicos desvié nuestra atención de lo importante. La verdadera pelea que debemos dar, debería consistir en tener minería legal, responsable y consciente, que tenga procedimientos sostenibles desde el punto de vista ambiental, que con mecanismos de fiscalización eficientes e íntegros, genere riqueza y desarrollo para sus habitantes, sin destruir la riqueza natural del país.
Fuente: Daniela Palacio, asociada Lloreda Camacho & CO
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