El pasado 15 de marzo, en Morelia Caquetá, se llevó a cabo la Audiencia Pública Ambiental convocada por la ANLA para el proyecto de perforación exploratoria APE Nogal. En la misma, se reunieron más de 1500 personas durante un poco más de 10 horas que duró la jornada presidida por la Autoridad Nacional y, en la mesa principal, acompañada autoridades locales como Corpoamazonía, Procuraduría Ambiental y Agraria del departamento, personero, así como el representante de la alcaldía de Morelia.
La jornada inicio con las palabras de Monseñor Omar de Jesús Mejía, quien desde el inicio marcó su postura frente a proyectos petroleros como el APE Nogal que se estaba socializando y dio paso para que la Vicaría del Sur, en cabeza de sus líderes, realizara una estrategia que buscara callar a los campesinos del área de influencia de las diferentes veredas de Valparaiso, quienes al ver las diferentes manifestaciones no salieron a declarar sus ponencias por el miedo a los gritos fisicos y simbólicos que la organización liderada por la iglesia hacían.
Por esta razón, los campesinos del área de influencia del proyecto abandonaron el recinto y solo quedaron en primera fila miembros de la Vicaría del Sur y las diferentes personas que movilizaron de otros departamentos como Huila, Putumayo y Nariño que no son habitantes del área de influencia del proyecto. Con esta campaña antipetrolera lograron que los reales interesados en el proyecto no escucharan las diferentes posturas positivas y negativas frente al Estudio de Impacto Ambiental presentado por la compañía.
Algunos campesinos de la zona que están favor del proyecto manifestaron que muchas personas no fueron ese día por miedo a las amenazas que les hicieron sus vecinos que están con la Vicaría del Sur. “Aquí se siente miedo. Hay personas que generan divisiones entre amigos, entre vecinos. Por ejemplo, usted Ximena (Vicaría del Sur) antes me saludaba y era mi amiga, y ahora no lo hace. Cuando nosotros los campesinos lo único que hacemos es trabajar”, manifestó Mónica Aguilar, habitante de Valparaiso, zona de influencia del proyecto.
“Señores del ANLA: Tomen una decisión sabia, donde predomine el Bien Común y no el bien particular. Escuchen el sentir del pueblo. Debemos defender el agua y el oxígeno”, dijo en su discurso Monseñor Omar de Jesús Mejía pero queda en duda, frente a lo explicado anteriormente, si el clamor era de los habitantes del área de influencia o de las personas movilizadas desde Putumayo, Nariño y Huila.
Lástima que el prelado olvidara las palabras de sus hermanos del episcopado latinoamericano, que fueron escritas en el documento de Puebla y que siguen resonando hoy: “La Igesia tiene que ser voz de los que no tienen voz”. Triste, porque fueron miembros de la iglesia, validados por su pastor, quienes dejaron sin voz a lo habitantes de Morelia Valparaiso y Milán, para que pudieran expresarse con libertad y sin miedo, como ejemplarmente lo hicieron en la reunión informativa, previa a la audiencia pública.
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