El candidato al Senado por la lista de la FARC le cuenta a los lectores de El Espectador quién es y cuáles son sus propuestas.
Ariel Antonio Quinto Morillo, candidato al Senado por la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), tiene trayectoria como presidente de la Federación Minera de Chocó (Fedemichocó); que agrupa a la Asociación de Mineros del Chocó (Asomichocó), la Cooperativa de Mineros del San Juan (Coomisanjuan), y la Asociación de Mineros de Nóvita (Asominóvita).
En entrevista con El Espectador, el candidato habla sobre su afinidad con el movimiento político, el costo y financiación de su campaña, sus propuestas y, por supuesto, la minería en Chocó.
¿Por qué en la FARC?
La razón es sencilla: ha sido el único partido que, hasta hoy, les ha brindado una posibilidad real a las comunidades y al sector minero para que llegue al legislativo.
¿Perteneció usted a la guerrilla?
Nunca. No he militado en esas filas, pero hay un reconocimiento y una manera de congraciarse de la FARC con las víctimas y los sectores afectados por la violencia.
¿Cree que pertenecer a la lista de la FARC le quita o le suma votos?
Por supuesto que me suma. Este es un nuevo partido. Las extintas Farc, que era la guerrilla, ya quedó por fuera. Ellos y nosotros tenemos que ayudar a que haya un cambio y Colombia pueda tener paz verdadera.
¿Con cuántos votos aspira llegar al Senado?
Aspiramos si quiera a 25 mil o 30 mil votos, pero tenemos claro que el mínimo que se ha planteado el partido es tener 1 millón de votos para sumar más curules.
Y ¿qué propone usted?
Tres aspectos: el primero es seguir en la implementación de los acuerdos de paz. No nos olvidemos que Chocó era de los departamentos priorizados para la implementación y hoy no aparecemos en la lista. El segundo tema, y que debe ser un compromiso de todos los chocoanos, es defender proteger el territorio y la soberanía del mismo, ya que otros departamentos vecinos quieren desmembrarlo. Tercero: una propuesta para que Chocó, mediante acto legislativo, pueda disfrutar de la riqueza natural que tiene. Hoy todo lo que producimos es sacado de la región y solo queda desolación y pobreza.
Hablemos del primero, la implementación de los acuerdos, ¿cómo así que no se ha sentido en Chocó?
En cierta medida se ha sentido la tranquilidad en los territorios donde antes militaban las Farc, porque poco a poco estos espacios han sido copados por otros grupos violentos y eso no permite la tranquilidad total.
Vamos con la minería ¿desde cuándo es minero?
Yo he hecho minería toda la vida a pequeña escala y discrepo del modelo de desarrollo minero que el Gobierno plantea para los pequeños excavadores. Ellos plantean que sigamos haciendo minería con batea y con herramientas artesanales cuando eso es lo más parecido a la esclavitud y no puede ser un modelo adecuado para una comunidad que necesita modernizarse, avanzar y desarrollarse.
Y entonces ¿qué propone usted? ¿cómo debe hacerse la minería?
Lo que proponemos es que se modifique el actual Código de Minas y se pueda legislar y hacer un código diferenciado en el que se incluya de manera efectiva a la pequeña y mediana minería. En las condiciones actuales, nos miden con el mismo racero que a la multinacional y en Colombia cabemos todos.
Debemos facilitar que el pequeño minero pueda acceder a un espacio, porque la gran mayoría del territorio chocoano fue concesionado, inclusive, incumpliendo los preceptos legales, porque no se hizo consulta previa a esa titulación. Hoy no es posible que un pequeño minero con tradición, historia y arraigo en el departamento pueda acceder a la legalización, porque los títulos están en manos de las multinacionales.
¿Cuánto vale su campaña política y quién la financia?
Mi campaña política es una de las más empobrecidas porque nos estamos financiando con lo que el Gobierno le está facilitando al partido FARC y la cuota que me corresponde como miembro son miserables $300 millones. De hecho, estamos pasando cuentas de cobro para que el operador, que estableció el Gobierno, comience a cancelar las cuentas que debemos por este financiamiento.
¿A cuánto equivale su patrimonio y de dónde proviene?
Mi patrimonio son mis hijos, mi trabajo y la lucha que he dado por el sector. No tengo ni casa porque todavía pago arriendo. El arriendo me lo paga un compañero minero y la salud me paga otro compañero, de esa forma subsisto.
Fuente: elespectador
Foto: elespectador
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