De acuerdo con los resultados de la octava edición de la Brújula Minera, los sentimientos frente al sector en 2022 se mantienen positivos por sexto año consecutivo.
Tras una reciente encuenta realizada a ás de 2.400 personas mayores de 18 años en el 2022 entre el 20 de enero y el 18 de febrero los resultados de esta edición mostraron que la minería se mantiene favorable en los territorios donde donde hace presencia esta industria.
La cifra en los municipios no mineros fue de 64% lo que demuestra una recuperación gradual desde 2019, cuando declinó a 56% tras ubicarse históricamente por encima del 60%, y por otro lado, el retorno a los niveles de favorabilidad obtenidos en 2016, cuando la cifra marcó este mismo porcentaje.
Aunque las personas entre los 18 y 34 años son la población menos optimista frente a las actividades de minería en el país, este año alcanzó el mayor porcentaje de favorabilidad de los últimos seis, pasando de 56% en 2016 a 62% (en 2022).
Aquellos entre los 35 y 54 años, se mantuvieron en la segunda posición con un avance de 1 punto porcentual (pp) frente al año pasado; mientras que las personas mayores de 55 años, a pesar de desmejorar en 2 pp, continúan siendo los más optimistas frente a la actividad.
El comportamiento respecto a los ciudadanos que consideran que la minería es positiva para su municipio, mantuvo su ritmo, obteniendo un mejor desempeño (69%) en aquellas zonas donde se practica esta actividad económica que en aquellos lugares donde no (56%). Sin embargo, en ambos casos las cifras se elevaron frente a los datos obtenidos en 2021, con 64% y 50%, respectivamente.
A nivel nacional, las regiones que tienen una mejor imagen de la minería son Antioquia/Eje Cafetero, Cesar-La Guajira, Atlántico y Bolívar-Córdoba. Jaime Arteaga, director de la Brújula Minera explica que esta “mejora en la opinión pública se ve asociada a tres factores: primero, las personas perciben que el sector tiene un mejor desempeño en materia ambiental; segundo parecen reconocer un mejor uso de las regalías; y tercero, identifican que la minería es necesaria no sólo para la vida moderna sino para la transición energética”.
En caso contrario, Santanderes, Tolima-Huila y el Meta son los que peor califican la actividad, en especial, este último que pasó de 55% en 2021 a 42% en 2022, es decir, una diferencia por encima de 13 pp.
Si bien hay una mejora general en la aprobación de la minería entre los colombianos, el sector continúa siendo considerado el que más afecta al medio ambiente a pesar de que cada vez son más aquellos que piensan que se puede llegar a un ejercicio amigable con la naturaleza y que es es necesario para la vida moderna.
Tomado La República
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