El precio promedio de la gasolina en todo el mundo es de US$1,29 por litro; sin embargo, existe una diferencia sustancial en estos precios entre los países alrededor del mundo.
Como regla general, los países más ricos tienen precios más altos, mientras que los países más pobres y los países que producen y exportan petróleo tienen precios significativamente más bajos, de acuerdo con Global Petrol Prices.
Una excepción notable son los precios que se están viendo ahora mismo en Estados Unidos, que es un país económicamente avanzado, pero que tiene precios de gasolina relativamente bajos en comparación con lugares como Finlandia, Países Bajos, Suecia, Liechtenstein, Dinamarca, Noruega o Hong Kong, los que tienen el combustible más alto en el momento.
Las diferencias de precios entre países se deben a los diversos impuestos y subsidios a la gasolina, como está ocurriendo en Colombia, pues gracias al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) el galón de la gasolina no ha experimentado fuertes alzas en línea con el precio del petróleo.
Hay que decir que todos los países tienen acceso a los mismos precios del petróleo de los mercados internacionales, pero lo que hace que estos varíen al llegar al país destino es la decisión de cada gobierno de imponer impuestos que considera necesarios, dependiendo de sus reglas.
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Vale mencionar que, aunque Estados Unidos es un país productor y exportadore de petróleo, la gasolina allí no está subsidiada, por lo que las previsiones le apuntan a que el precio de la gasolina por galón en Estados Unidos llegue a los US$5, esto porque se mueve directamente proporcional a la fluctuación del barril de crudo.
Lo que quiere decir, entonces, es que si el precio por barril de petróleo sube, la gasolina sube en Estados Unidos y en todos los países en los que el energético no esté subsidiado, pero si el crudo baja, también los hacen los combustibles.
En el caso de los demás países, el precio de la gasolina, generalmente, está protegido de los cambios bruscos (ya sea la baja o al alza), pues existen recursos, subsidios o fondos para que el energético fluctúe con menos agresividad ante una eventual alza o caída del crudo.
En la actualidad, Colombia está entre los países que tienen el precio de la gasolina más bajo. Como se expuso en la gráfica, el país ocupa el puesto número 21 entre los 171 referentes que se exponen allí. Además, es el tercer país de América Latina con la cifra más baja, solo superado por Venezuela y Bolivia.
Es válido mencionar que estos datos corresponden a un promedio al corte del siete de marzo de 2022, y se actualizan cada semana; por lo tanto, los precios y orden de los países pueden variar.
¿A qué se debe esto cuando en el mercado se puede ver que el crudo ha sobrepasado, incluso, los US$130? Pues en Colombia, desde 2007 con la Ley 1151, existe el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) que fue creado con el propósito de atenuar en el mercado interno, el impacto de las fluctuaciones de los precios de los combustibles en los mercados internacionales.
La normativa expresa que los montos necesarios para la constitución del Fondo Fepc, provendrán de la transferencia de parte de los recursos ahorrados por Ecopetrol en el Fondo de Ahorro y Estabilización Petrolera Faep.
Es por eso que en el país el precio de la gasolina no se ve impactado de manera directa y contundente con el alza actual del petróleo, como ya se explicó anteriormente.
Hace unas semanas, Valora Analitik informó que en el marco de la presentación del Plan Financiero de Colombia para 2022, el ministro de Hacienda de Colombia, José Manuel Restrepo, se refirió a cómo están las cuentas del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles en Colombia con corte a 2021 y lo que se espera para 2022.
Restrepo insistió en que hubo un esfuerzo inicial de cubrir un monto significativo de deuda pública por cerca de $17,7 billones a diciembre de 2019. En el Plan Nacional de Desarrollo se incluyó un artículo que buscaba una respuesta a esa necesidad, además de otras iniciativas.
Pero los impactos de la pandemia se sintieron con fuerza, por lo que solo hasta hace nueve meses se arrancó de nuevo en la tarea. Según Restrepo, se han centrado en la facturación que hace el comité del fondo de estabilización para cumplir con las obligaciones.
A cierre de 2021, se hizo un primer trabajo en esa dirección, recordó Restrepo, y el Comité hizo la facturación correspondiente para cubrir $3,9 billones, con el pendiente de la facturación de unos últimos periodos del 2021.
Sin embargo, como el Presupuesto General de la Nación para 2022 se hizo anticipadamente a la facturación del Comité del Fondo de Estabilización de Precios, “quisimos incorporar explícitamente en el presupuesto fuentes de pago para esos valores”, reveló el ministro de Hacienda.
Es por eso que fijaron estas otras fuentes: excedentes de dividendos de Ecopetrol, sobrantes del presupuesto y sobrantes del servicio a la deuda. Hay que tener en cuenta que esto no estaba contemplado en los presupuestos generales anteriores.
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