Además de arriesgar la vida y exponerse a problemas judiciales en entables informales o ilegales para sacar oro, quienes se dedican a esta actividad saben que lo que producen tienen que venderlo a menor precio, es decir que están perdiendo plata.
Así lo demuestra un estudio elaborado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) en zonas mineras de Antioquia y Chocó, en el que se señala que un minero ilegal pierde entre 18 millones de pesos y 33 millones por cada kilo de oro al mes.
Beatriz Duque Montoya, líder de legalización del programa Oro Legal de la Usaid, explica que mientras que a un minero formal una comercializadora le paga el 97,5 % del precio fijado por la bolsa de Londres, quien no cuenta con una certificación de origen, recibe de sus compradores solo el 82 % del valor, lo que quiere decir que en este proceso pierde 15 % del valor total de su producto.
Un ejercicio con precios actuales (120.269 pesos por gramo de oro) muestra que por un kilo de oro (32,1 onzas troy) se pagarían 120,26 millones de pesos, el minero formal recibiría 117,26 millones de pesos, pero el informal solo obtendría 98,62 millones, con lo que la diferencia entre unos y otros es de 18,64 millones de pesos.
Este tipo de cuentas es aplicable para una explotación de oro subterránea, semimecanizada, con siete empleados que laboran 25 días al mes, con un promedio de extracción de un kilo de oro al mes. “En otras palabras, un escenario frecuente en Colombia”, enfatiza Duque.
Más pérdidas
Otros factores que ahondan los menores ingresos de la minería informal están asociados a los procesos de procesamiento y al costo de los explosivos para extraer el mineral.
Según Duque, también se pierde un porcentaje alto de oro por utilizar mercurio en sus procesos. “Está comprobado que, por el uso de este metal, se generan pérdidas entre el 40 % y 50 % del oro. Esto se evidencia cuando los propietarios de los entables, una vez procesan el material del ilegal, benefician los lodos que quedan y allí obtienen una mayor ganancia” (ver Dicen de…).
Además, mientras el precio en el mercado legal del material explosivo tiene un valor aproximado de 700 mil pesos, en el mercado negro, al que debe acudir el informal, oscila entre 2,5 millones de pesos y 5 millones de pesos, lo que es otra resta para sus ingresos.
El apoyo internacional
El programa Oro Legal ha logrado que 85 unidades mineras de Antioquia y Chocó se legalicen y trabajen en el cumplimiento de la normativa ambiental, empresarial y social.
Otro aporte en busca de la formalización la ofrecen la industria y el gobierno suizo mediante el programa “Productores de oro responsable”, que intenta certificar a dos empresas del departamento de Caldas, y tiene expectativas de acoger a mineros del Bajo Cauca antioqueño, para exportar una tonelada de oro al año, por cuatro años.
“Nosotros establecemos contactos entre pequeños productores de oro legal y las refinadoras, una vez ellos acuerdan el precio, pasamos a la fase de exportación, y con socios de la cadena buscamos empresas que compran a un precio especial”, comentó Thomas Hentschel, director del proyecto público-privado Better Gold Initiative.
Por su parte, la Unión Europea busca establecer una red de desarrollo y cooperación alrededor del sector minero y crear una herramienta digital que facilite la asistencia técnica, la cooperación y la financiación para el sector minero en Colombia y en otros seis países Latinoamericanos.
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