Tal como está el país, solo el desarrollo de la minería metálica y una diversificación importante de las exportaciones determinarán la recuperación económica y social del Ecuador.
La inversión minera trae grandes capitales para producir bienes transables con el exterior, fortalecer la dolarización y disminuir el tan decantado riesgo país. Al respecto es necesario un acuerdo nacional sobre bases jurídicas claras y permanentes, de modo que se pueda explotar responsablemente como lo hacen Chile y Perú.
Es necesario el aumento de las exportaciones que ya se realizan a base de una competitividad auténtica, pero también es trascendente la creación de nuevas corrientes comerciales propulsadas por las medianas y pequeñas empresas (que deben aprender a exportar pues las grandes ya saben) a todos los mercados, con especial énfasis a los abiertos y disponibles como los vecinos y los 28 países de la Unión Europea.
Todas las energías del país tienen que canalizarse hacia la oferta de nuevos productos transables, para lo cual debemos atraer inversión extranjera porque la nacional es muy tímida en estos quehaceres y prefiere construir casas y edificios que no son bienes transables con el exterior.
Los empresarios grandes que ya exportan han superado muchos obstáculos mentales y reales, han calificado a la mano de obra que recibe una remuneración acorde, han desarrollado procesos tecnológicos y han asegurado su futuro. Pero no es suficiente para lograr una prosperidad fehaciente y sólida como la que reclama un país estancado como el nuestro.
De los sueños de atraer inversiones por USD 9 500 millones solo se ha visto que una gran marca quiere invertir para vender más gaseosas en el Ecuador, pero esta es una empresa acusada de depredadora del agua, a la que Bélgica, Holanda y Luxemburgo comenzaron a cobrarle por el uso y desperdicio de su agua. Tampoco la inversión de USD 750 millones anunciada por una cadena de supermercados tiene efectos multiplicadores importantes pues se trata de abrir nuevos almacenes de venta de productos nacionales y extranjeros, que de todas maneras tiene que hacerse para mantener su presencia en el mercado.
Pero si esta empresa entra a producir algo para exportar ahí si ya estamos hablando de una acción trascendente y estratégica para mejorar la estructura productiva del país. El mercado interno pequeño y en deflación no es una locomotora para el crecimiento.
Solo las exportaciones de bienes y servicios (turismo) harán crecer la economía y el empleo adecuado, particularmente si las PYMES logran vender al exterior productos buenos y competitivos que son la base de un crecimiento auténtico y empleador. Todas las provincias deben hacer productos exportables, las pequeñas y medianas empresas tienen que internacionalizarse para exportar y así merecer el regalo del impuesto a la renta.
Fuentes: elcomercio.com
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