Para mover los trenes que circulan por la red de Metro de Santiago, se utiliza el 2,5% de la energía eléctrica que usa la capital. El 70% de este porcentaje se destina a hacer andar las máquinas y el 30% a otras necesidades como aire acondicionado, iluminación, funcionamiento de cajas, comercio, expendedoras de comida y bebida, cajeros automáticos y comercio de las estaciones.
Por eso, cualquier ahorro que se pueda hacer en el gasto energético tiene un gran impacto en el balance final de las empresas o en la mejora de sus servicios, al liberar recursos que se pueden redestinar a la mejora de infraestructura, seguridad, climatización y atención al público.
Lograr estos avances en eficiencia energética fue el objetivo del proyecto ‘Integración óptima de energía solar en la planificación y operación de sistemas de transporte público urbano ferroviario’, desarrollado por investigadores del Centro de Modelamiento Matemático (CMM), el Centro de Energía y el Centro de Energía Solar de la Universidad de Chile.
¿Qué es lo que hace?
El programa busca mejorar la planificación de las operaciones y la conducción del ferrocarril urbano para utilizar menos energía, algo clave, dado que el mayor consumo se produce al echar a andar y frenar los trenes. La tecnología, además, busca contribuir a mejorar la comodidad de los pasajeros a través del control de la temperatura y la humedad.
Actualmente, el programa ya está siendo instalado en Leftraru, el supercomputador más poderoso de Chile a cargo del Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento alojado en el mismo CMM.
Una de las ingenieras del proyecto, Paula Uribe, evidenció cómo funciona el software a partir de una simulación del movimiento de trenes a lo largo de una línea de metro. Esto mencionó en un comunicado a FayerWayer:
Los peaks de potencia o de consumo de energía siempre son al acelerar. Reducirlos impacta en la cuenta de electricidad que va a pagar Metro. Los peaks son caros, por eso es deseable que no haya.
En un seminario de cierre del proyecto, Jorge Amaya, otro experto del grupo, recordó los inicios de Osiris, como llamaron al software: “Fue un proyecto que realizamos con los sistemas de Metro de la Unión Europea, donde participaron más de 17 socios en que el CMM fue el único no europeo (…) El consorcio buscaba ahorrar hasta 5% en gasto energético en los metros”, dijo.
Así mismo, los investigadores del Centro de Energía, han abordado la posibilidad de generar energía a través de la instalación de paneles solares cubriendo las vías al aire libre o las estaciones de Metro. Esta potencia podría utilizarse para alimentar equipos de climatización y otros servicios, puesto que Santiago posee la ventaja de que gran parte de las vías que están en superficie se encuentran paralelas a la cordillera, con lo que pueden recibir radiación solar durante buena parte del día.
Fuente: fayerwayer.com
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