Alcanzar la carbono-neutralidad en 2050 requiere acciones contundentes. Los biocombustibles, con su capacidad de aportar a que el sector transporte reduzca 3.2 millones de toneladas de CO2 anuales (equivalente a la captura de CO2 de 1,5 millones de hectáreas de bosque amazónico), son piezas clave en la lucha contra el cambio climático y la transición energética.
“Colombia tiene el potencial de convertirse en líder en la región, frente a la producción de esta energía renovable. Actualmente, el país cuenta con 13 plantas productoras en operación, que generan 90 mil empleos, y apalancan otros 470 mil empleos en los sectores agroindustriales de caña y palma”, resalta Carolina Rojas, presidente de Fedebiocombustibles.
Para consolidar este liderazgo, es crucial enfrentar los desafíos actuales. Esto incluye el desarrollo de una política pública robusta que integre la sostenibilidad en todos los sectores y aborde los retos climáticos de manera integral. Además, se deben implementar incentivos fiscales y regulatorios que promuevan la inversión en biocombustibles avanzados y tecnologías asociadas.
Estas acciones nos permitirían mejorar las condiciones laborales de nuestros trabajadores en el sector de la caña de azúcar y la palma de aceite. Además, nos abrirían nuevas oportunidades para implementar incentivos fiscales y regulatorios que fomenten el desarrollo y la inversión en biocombustibles avanzados, como el SAF y los combustibles marítimos. Esto contribuiría significativamente a la descarbonización de estos dos importantes sectores del transporte y aportar a la diversificación de la matriz energética.
Promover la agricultura sostenible maximizará el rendimiento en la producción de biocombustibles. Invertir en tecnologías que impulsen su diversificación acelerará esta transición. Aumentar la capacidad de producción no solo permitirá cumplir con los objetivos de mezcla, sino que también generará hasta 49 mil empleos adicionales y atraerá inversiones cercanas a los mil millones de dólares.
Utilizar insumos 100% nacionales fortalecerá la industria, posicionando a Colombia como líder regional. “Es crucial apoyar la producción de biocombustibles de primera generación para avanzar hacia nuevos biocombustibles, como los de aviación y transporte marítimo. La industria ya contribuye al PIB manufacturero y genera empleo en las regiones. Debemos seguir impulsando esta fuente de desarrollo económico,” Menciona Carolina Rojas.
Promover la colaboración público-privada y desarrollar políticas integrales que aumenten las mezclas de Etanol y Biodiésel son pasos esenciales para alcanzar este objetivo. La Federación Nacional de Bicombustibles ha entendido este escenario, y desde hace 20 años ha tomado la iniciativa y el compromiso de promover acciones coordinadas para que el país puede consolidarse como un referente mundial en la producción y uso responsable de biocombustibles, contribuyendo a un futuro más limpio y sostenible para todos.
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