Transportadores reducen 84% de emisiones de CO2 con Biocombustibles

El esfuerzo por lograr la carbono-neutralidad en el año 2050 requiere de estrategias y decisiones contundentes. Los biocombustibles son una herramienta clave para alcanzar este objetivo. Precisamente en el 2023, por el uso de biocombustibles, los transportadores redujeron 3,2 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que equivale a la mitigación del 84% de las emisiones actuales del sector transporte en el país.

Es así como estos combustibles líquidos renovables de baja carbono intensidad, son una de las estrategias para contribuir a que el sector transporte continúe aportando a la reducción de emisiones de gases efecto invernadero. Actualmente, todo el diésel o ACPM que consumen los camiones, buses, transporte de carga y volquetas, en el país, tiene un 10% de Biodiésel en mezclas denominadas B10 y todas las gasolinas, corriente y extra, usan mezclas del 10% de Etanol denominadas E10.

Los transportadores, conductores de vehículos y motocicletas cuando usan biocombustibles encuentran una alternativa que cuida sus vehículos, alarga la vida de los motores, al tiempo que aportan de manera contundente a la mejora de la calidad del aire de las ciudades y a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. De esta manera, productores y transportadores unimos esfuerzos por la descarbonización”, menciona Carolina Rojas, presidente de Fedebiocombustibles.

Más allá de su contribución a la lucha contra el cambio climático, el uso de biodiésel genera un impacto positivo para los motores, entre ellos una mayor lubricidad y cetanaje  en comparación con el diésel fósil y el uso de etanol mayor octanaje en comparación con la gasolina corriente y extra. Además, prolongan la vida útil de los motores y también reducen la frecuencia de los cambios de aceite.

De acuerdo con Alex Rubio, de la Asociación de Volqueteros de Bogotá y Cundinamarca (Asovolbocun), “el gremio de las volquetas y transporte, con la Asociación de Camioneros Ladrilleros de Bogotá y Cundinamarca, y con Asocolgrúas, hace más de 2 años venimos utilizando el B20 como una de las opciones en tiempo real para el tema de la descontaminación y de los energéticos de bajas emisiones. Con esto, estamos consiguiendo beneficios para la calidad del aire, y beneficios para nuestro bolsillo, porque también hemos documentado que los cambios de aceite utilizando este tipo de combustible, los podemos alargar en el tiempo, dándole más kilometraje a los motores, y hemos notado que estos tienen curvas de aceleración más bajas y fuerzan menos el motor. También estamos trabajando en las obras de la primera línea del metro, en la carrera 30 con 1 de mayo.  Para todos aquellos que piensan que estamos esperando a que los demás hagan el trabajo, ya nos empezaron a buscar señores. Empezamos a ver que sí somos indispensables, que debemos estar pendientes en los trabajos de Metro Línea 1, y que con el uso de biocombustible B20 aportamos a una mejor calidad del aire para todos los bogotanos”.

A la fecha, Asovolbocun cuenta con 264 vehículos que hacen parte de esta iniciativa.  Así mismo, la Asociación de Volqueteros de Chía (Asovolchía). tienen 64 conductores de volquetas que se mueven con esta mezcla voluntariamente. Por otro lado, medios de transporte como las más de 11 millones de motos y los más de 6 millones de vehículos que circulan en el país, y que usan gasolina corriente y extra, también están aportando a la descarbonización del transporte, usando E10, con lo cual dejan de emitir contaminantes, y mejoran la calidad de los combustibles.

El uso de biocombustibles en el transporte ofrece numerosos beneficios, además, contribuyen significativamente a la transición energética y ayuda a reducir la oxidación prematura del aceite lubricante, lo que a su vez disminuye los costos asociados a su cambio. Asimismo, mejoran el confort en la conducción y proporciona una mayor fuerza a los tractocamiones, camiones, vehículos de transporte especial, pasajeros, volquetas y mayor octanaje a los taxis, vehículos y motocicletas.

En comparación con los combustibles fósiles, los biocombustibles tienen la ventaja de generar significativamente menos gases de efecto invernadero (GEI). Por ejemplo, el Biodiésel de palma reduce las emisiones de CO2 en un 83% en comparación con el diésel y el bioetanol de caña de azúcar en un 73%, en comparación con la gasolina. Esta reducción se debe principalmente al hecho de que los biocombustibles están compuestos por carbono biogénico, que es reciclado rápidamente en la atmósfera a través de los procesos naturales, en contraposición al carbono fósil, que ha estado almacenado durante millones de años y se libera cuando se quema.

Por ello, para alcanzar la meta de reducción del 51% de las emisiones de GEI para el año 2030, es crucial que Colombia tome medidas significativas en el sector del transporte. Reducir al menos 18 millones de toneladas de CO2 es esencial, y el uso de biocombustibles en mezclas mandatorias al l 10%, las mezclas superiores voluntarias, los combustibles sostenibles de aviación, diésel renovable y biocombustibles marítimos jugará un papel clave en la lucha contra el cambio climático.