La industria minera desarrolla minerales y metales que van desde las calizas hasta los productos para el mejoramiento del suelo, por lo tanto este sector tiene diversos retos que afrontar debido al panorama por la caída de los precios de las materias primas. Para abordar dichas temáticas se está llevando a cabo en paralelo con la Feria Minera y sus tradicionales eventos, la XII Feria ExpoMetálica de la Cámara Fedemetal en el marco de la XXXI Feria Internacional desde el pasado 26 hasta el 30 de septiembre en Corferias de Bogotá.
Por lo tanto, Eduardo Chaparro Ávila, director del Centro de Pensamiento del Agua y del sector Minero Energético de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) conversó con EL MUNDO sobre las perspectivas del sector.
¿Cuál es la situación del sector minero energético en este momento?
Estamos comprometidos en una situación muy difícil por la combinación de factores endógenos y exógenos. Exógenos, por ejemplo, en términos de la caída de las materias primas, algo se ha recuperado, pero todo lo que son minerales han tenido un proceso de deterioro muy marcado y sobre todo que además se complica también por alzas en rubros importantes como los precios internacionales y los costos laborales en todo el mundo.
Internamente se complica para los productores de carbón por el aumento de los fletes desde el interior del país y las dificultades que implican los nuevos conceptos en materia ambiental y de licenciamiento social, eso dificulta profundamente las cosas y crea confusión, que es una de las razones por las cuales vamos a realizar una sesión especial de análisis muy sereno y razonado del alcance de las sentencias proferidas por la Corte Constitucional en materia de participación ciudadana, consulta previa, desarrollo de zonas protegidas, entre otros.
¿Cuáles proyectos mineros tiene Colombia?
Luego de 32 o 33 años, solamente se han construido o se han pensado construir dos proyectos mineros en Colombia que es el de Angostura, de Buriticá que hay una situación muy compleja allí y el de Red Eagle, que para mí es el proyecto bisagra de la minería en Colombia que demuestra que sí se puede hacerlo con ingeniería de buena calidad. Entonces allá en Santa Rosa de Osos, que es un pueblo pequeño, ha sido muy eficiente por una interacción con la comunidad muy interesante. Después de lo que se hizo en la catedral, ampliando la mina de sal y los desarrollos del Cesar, no ha habido construcción de minas importantes en el país.
¿Cuándo esperan que se reactive el panorama minero y cómo han avanzado los problemas de normatividad y las regulaciones del sector?
Depende de los factores relacionados con los precios internacionales. Se esperaría que el 2017 sea un año que amortigüe la caída y de allí en adelante esperaríamos que se empiece a ver una reacción de precios.
Por otro lado, estudiar y aclarar el panorama frente a las nuevas exigencias ambientales y sociales, vamos a realizar sesiones especiales para analizar de fondo las implicaciones que traen los fallos en materia ambiental y social, tenemos que acomodarnos a las nuevas circunstancias con la protección del medio ambiente. Debemos tener una minería de alta calidad en la cual los grandes y pequeños proyectos mineros sean conscientes y consecuentes con el cuidado y preservación de todas las fuentes de agua.
¿Cómo se preparan para las vías 4G?
El país en esa materia tiene un desarrollo muy significativo, aproximadamente el 60% de los mineros del país lo hacen en el campo de los materiales de construcción. De manera que están más que garantizados los aportes de materiales de construcción que van más allá de la simple arena y grava.
¿Qué perspectivas tiene el sector con el posconflicto?
Esperamos que el sector pueda generar un proceso de construcción de vías de acceso a las zonas marginadas del país, que muevan y dinamicen el mercado minero y sobre todo que genere posibilidades de empleo.
¿Cuánto le cuesta al país la ilicitud minera?
Ha sido un tema muy difícil de evaluar y de medir en términos económicos, pero no es para nadie desconocido los grandes daños que produce la explotación ilegal de minerales y metales en Colombia en términos ambientales y sociales.
Debemos procurar de forma razonable concretar y lograr la formalización en un proceso armónico, el país debe entender que no todos los sitios son posibles de explotar, hay necesidad de apelar a los procesos y protocolos establecidos por la Ley que permitan el desarrollo legal y sostenible de la minería en Colombia.
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