Uno más, brasil se une oficialmente al tratado Minamata

La semana pasada, el país vecino publicó en su diario oficial su adhesión al Tratado, que busca eliminar el uso de mercurio en el mundo, debido a sus graves efectos medioambientales y en la salud.

Colombia se unió a la Convención en marzo de este año. Amazonas 2030

El pasado 15 de agosto, Brasil se adhirió de manera oficial al Convenio de Minamata sobre Mercurio, un tratado en el que los países reconocen de manera oficial los graves efectos de este metal pesado en la salud ambiental y humana, y se compromete a generar acciones para hacerle frente al problema.

La adhesión se hizo oficial a través de la Gazeta Oficial de ese país, en donde quedó consignada en el decreto 9.470, firmado por el actual presidente, Michael Temer. Con esta decisión, Brasil se convierte en el país 74 en unirse a la convención.

Las organizaciones ambientales celebraron la decisión, pues el decreto estaba en el despacho presidencial desde mayo de 2017.

De acuerdo con WWF, los motivos detrás de la demora estarían relacionados con una deuda del gobierno carioca a las naciones Unidas por un valor de 197.000 dólares. Sin pagar la deuda, el país no podía ser recibido como parte del convenio

«Con esta promulgación, Brasil asume el reto de implementar la convención, lo que se traduce, en la práctica, a desarrollar un plan que disminuya el uso de mercurio en minería a pequeña escala y a controlar los residuos generados por las industrias de las lámparas, el cloro y la soda caustica,”, explicó Jaime Gesisky, especialista en WWF-Brasil.

Denise Hamu, la representante de los programas ambientales de las Naciones Unidas en Brasil dijo que “la convención puede mejorar el estándar de vida para millones de personas que están expuestas al mercurio, especialmente de las más vulnerables”.

Y es que hacer parte de este tratado no es un detalle menor. Desde ahora, el país tendrá que revisar el uso industrial de esta sustancia, y encontrar la forma de reemplazarlo e inclusive eliminarlo.

Asimismo, el país deberá ejercer un control y hacer la medición de la emisión del compuesto en aire, agua y suelos. Por si fuera poco, deberán establecerse leyes y protocolos concretos pata su almacenamiento y disposición final.

En Brasil, como en Colombia, buena parte del mercurio legal e ilegal que entra al país se utilizar para actividades de minería artesanal, usualmente ligada a grupos criminales.

Solo en mayo pasado, en el puerto de Itajaí, las autoridades ambientales brasileras decomisaron y prohibieron la entrada de un cargo con 1,7 toneladas de mercurio. Se sospecha que todo ese metal pesado iba a aparar a las selvas amazónicas.

Estudios recientes han demostrado los efectos nocivos que la minería ilegal está teniendo sobre los pueblos amazónicos de Brasil. En 2016, una investigación realizada por la fundación de salud brasileña Fiocruz, la Asociación Yanomami Hutukara, la ONG brasileña ISA (Instituto Socioambiental) y la Asociación Yekuana demostró que en 19 comunidades de los pueblos Yanomami y Yekuana, el 90% de la población tenían niveles de mercurio más elevados que el recomendado por la OMS.

Fuente: elespectador.com