¿Cómo se combate un dogma?

Cansada ya de los virulentos ataques de los que era víctima por parte de familiares y amigos debido a mi defensa de la minería, hace unos meses comencé a escribir sobre esta actividad económica; pensé que quizás si empezaba desde el principio, podría llegar a cambiar las percepciones de algunas personas en relación con la misma.

No obstante; hoy, noto con decepción que no he logrado comunicar mi mensaje; así, pese a que la inmensa mayoría de las personas con las que he hablado comprende que la minería hace parte de prácticamente todos los aspectos de nuestra vida, continúan estando convencidos de que no es una actividad que deba ser adelantada en territorio colombiano.

Pese a los miles de estudios que indican que la agricultura y la ganadería utilizan mayores cantidades de agua que la minería y que son actividades más contaminantes, muchas de las personas con las que hablo, siguen diciendo que es mejor el agua que el oro.

Entonces entendí que la aversión por la minería no corresponde a un simple  debate de ideas, la aversión por la minería es más un dogma; el cual, por definición, no admite contradicción.

Y en este escenario de mi impotencia comunicativa, tuve la feliz coincidencia de encontrarme con Hablemos de Minería; quienes espero, me ayuden a encontrar el camino para combatir los actos de fe.

Angela Salazar
Asociada Senior Lloreda Camacho.

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