PBI peruano, infraestructura, minería y competitividad pública-privada

Recientemente el Ministerio de Economía y Finanzas del Perú (MEF) publicó el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) para el periodo 2019 – 2022; en dicho documento se establecen las principales proyecciones económicas para los próximos años, tomando en consideración la coyuntura económica mundial y nacional.

Nuestro crecimiento económico para dicho periodo se sustentaría básicamente en tres ejes.

El primero de ellos, en la mayor inversión en los siguientes proyectos de infraestructura: Línea de Metro 2, ampliación del aeropuerto de Lima, irrigación Majes – Siguas, ampliación del sistema de transmisión en la zona centro, ampliación de la capacidad portuaria en Paracas y Salaverry, Juegos Panamericanos 2019, reconstrucción Post El Niño, construcción de nuevos centros comerciales y una mayor capacidad tanto hospitalaria, como hotelera.

Nuestro segundo eje, estaría en la mayor inversión en proyectos mineros, tales como: Quellaveco, Mina Justa, Ampliación Toromocho, Pampa del Pongo y Corani.

Y nuestro tercer eje, de mayor impacto en el mediano – largo plazo, se basaría en un Plan Nacional de Competitividad, sustentado en mejorar la calidad de todos nuestros servicios públicos y en la promoción de sectores productivos con perspectiva positiva de desarrollo.

El MMM pronostica que, para los próximos años, nuestro crecimiento económico tendría una media anual de 4.7% del PBI e incorpora una palabra sugerente: PBI “potencial”; lo cual me permite proponer algunas acciones que nos podrían llevar a una meta de crecimiento económico más ambiciosa y sostenible.

En el eje de Infraestructura, por ejemplo, debería debatirse y añadirse: el destrabe del Gasoducto del Sur, porque su actual indefinición generará un cuello de botella para el desarrollo pleno del sur del país; el replanteamiento de La Oroya, como el “hub logístico del centro”, integrado al ferrocarril central y al puerto El Callao, porque su reapertura como refinería no tiene sustento económico; y finalmente una solución ferroviaria integral para la región cuprífera de Apurímac.

En el segundo eje, Minería, asimismo debería discutirse e incorporarse para el caso de la región Arequipa, un apoyo decidido por el desarrollo del proyecto Tía María, como un punto de inflexión de nuestra política minera nacional; para el caso de la región Puno, debería optimizarse, con participación de la empresa minera, la secuencia de construcción del proyecto Santa Ana (antes que Corani), en lugar de enfocarse en la penalidad que debe pagar el Estado Peruano; y en el caso de la región Cajamarca, debería promoverse la discusión con las empresas mineras involucradas, acerca de la potencial sinergia de desarrollo conjunto de: Conga, Galeno y Michiquillay.

Finalmente, en el tercer eje, Competitividad Pública-Privada, añadiría un aspecto imprescindible, que no puede omitirse y que debe contar con metas cuantitativas para los próximos tres años y para el largo plazo; como es, contar con una Educación Pública de calidad y estándar mundial.

En resumen, el MMM (2019 – 2022) es un documento económico referente que cuenta con un desglose por sectores económicos, proyectos específicos y metas cuantitativas; y el mismo incorpora declaraciones de política fiscal, que considero muy importante destacar, tales como: “incrementar los ingresos fiscales estructurales de largo plazo” (por ello la relevancia en la promoción de las inversiones mineras) y “mejorar la calidad de los servicios públicos prestados a la ciudadanía, a través de la modernización del Estado” (de allí la importancia en contar con una Educación Pública de calidad).

La crisis institucional que actualmente enfrentamos es un claro reflejo que nuestro sistema educativo tiene falencias que no permiten desarrollar el pleno “potencial” de nuestro principal recurso natural, como Nación: nuestra población joven.

Por ello, nuestra meta principal e insoslayable debe ser alcanzar una Educación Pública de calidad y para ello, el desarrollo pleno del potencial de nuestra industria minera puede generar los “ingresos fiscales estructurales de largo plazo” que se requieren para financiarla.

Fuente: semanaeconomica.com