Energía renovable, una apuesta de la industria pesada

En los bosques de Suecia central se está construyendo un enorme parque eólico con un único objetivo: suministrar electricidad a la fundición de aluminio de Norsk Hydro, uno de los principales productores del mundo, para los próximos 29 años.

La granja eólica, que tiene un coste de 270 millones de euros, pone de relieve una importante novedad en las energías: el aumento de las inversiones de la industria pesada.

Las últimas operaciones de las plantas de cemento y las fundiciones de aluminio son un claro ejemplo de la evolución del mercado de las renovables, sobre todo en un momento de volatilidad de los precios de la energía.

«La industria pesada va a desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de las renovables en el futuro», explica Mark Dooley, responsable de energías renovables de Macquarie Capital y Green Investment Group, uno de los desarrolladores del parque eólico. «La mayor parte de las empresas del sector consumen enormes cantidades de energía. Es muy positivo que un productor de aluminio esté a la vanguardia. Esperemos que el resto de la industria pesada siga su ejemplo», añade Dooley.

Las empresas que compran energías renovables han aumentado y son en este momento uno de los principales clientes de proyectos de renovables porque los acuerdos de suministro de energía a largo plazo permiten el desarrollo de grandes proyectos de energía eólica o solar.

Empresas tecnológicas como Microsoft and Amazon, cuyos centros de big data consumen muchísima energía, fueron de las primeras en firmar este tipo de acuerdos. Ahora la tendencia se ha propagado a todos los sectores, incluido el de la industria pesada, que ha sido uno de los más rezagados.

La granja de energía eólica de Overturingen, ubicada en el centro de Suecia, es un buen ejemplo de cómo funcionan estos proyectos. La instalación consta de 56 turbinas de Siemens Gamesa, que tienen una altura equivalente a la de un edificio de 68 plantas. La planta eólica venderá energía a la red eléctrica, desde donde se repartirá entre las fundiciones de aluminio de la costa Oeste de Noruega.

Complemento

La naturaleza intermitente de la energía eólica se complementará con centrales hidroeléctricas, que se pueden ajustar a sus niveles de producción a través del sistema que domina el mercado eléctrico en Escandinavia.

Arvid Moss, vicepresidente de energía de Norsk Hydro, cree que los bajos precios y la duración del contrato de energía eólica hacen que resulte perfecto para las fundiciones de aluminio.

«El coste de la electricidad es un tercio del coste de producir aluminio primario, motivo por el que estamos intentado reducir este. En Suecia y Noruega, la energía eólica puede competir con la hidroeléctrica», explica Moss.

«En 2021, aproximadamente el 30% de la electricidad utilizada en las fundiciones de aluminio de Norsk Hydro provendrá de la energía eólica», añade.

Otros sectores industriales comienzan a tomar medidas parecidas. A principios de mes, la eléctrica saudí Acwa Power, inauguró un proyecto de energía eólica al norte de Marruecos que ofrecerá electricidad a tres cementeras de la zona.

Y en Suecia, el mes pasado se empezó a construir una planta piloto para producir ‘acero ecológico’. La planta, gestionada por SSAB, LKAB y Vattenfall, utilizará la energía renovable y el hidrógeno para producir mineral de hierro sin recurrir a los combustibles fósiles.

El sector industrial, que ha hecho verdaderos esfuerzos para reducir la cifra, es responsable de más de un 20% de las emisiones globales de gas de efecto invernadero, según los datos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático. Uno de los desafíos es que muchos procesos industriales no usan electricidad directamente. Por ejemplo, sólo del 10% al 15% de la demanda energética de una cementera se destina a la electricidad. La mayor parte de la energía que se necesita para una cementera se obtiene en forma de calor, por la combustión de gas o de carbón.

«Por el momento, no existe tecnología económica para que la electricidad pueda generar calor en una cementera», explica Bernard Mathieu, director de cambio climático de la Asociación Mundial de Cemento.

Sin embargo, Mathieu espera que se produzcan más avances de energías renovables en el sector. «Se está estudiando la electrificación de la industria energética intensiva.

Paddy Padmanathan, consejero delegado de Acwa power, cree que generar vapor en lugar de electricidad a partir de la energía eólica y solar podría ser una forma de ayudar a integrar más renovables en las plantas industriales.

«Hay muchos procesos industriales que utilizan vapor», explica Padmanathan en referencia a las plantas solares que utilizan la energía del sol para calentar un líquido.

Otras plantas industriales pueden quemar biomasa o residuos para producir calor, cuando el proceso de electrificación no es viable.

Padmanathan cree que el acuerdo de la planta de energía eólica en Marruecos ha sido impulsado por el bajo coste de la energía de las renovables. «En Marruecos estamos llevando energía a la cementera a un precio un 20% inferior del de la red eléctrica. Así se consigue una mayor certidumbre en los precios a largo plazo», explica

Las cementeras no dependen solo de la energía eólica, también extraen electricidad de la red en días con poco viento. Aun así, tienen un contrato de energía eólica a largo plazo que les cubre frente a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles.

Fuente: expansion.com