Economía colombiana acelerará adquisiciones empresariales

Este año se perfila como uno de los mejores en el país en cuanto a reacomodos empresariales o lo que se denomina fusiones y adquisiciones, aun así la Nación y empresas públicas no lograran ‘cuajar’ ventas previstas desde meses anteriores.

La enajenación del 32,5 por ciento que tiene el Estado en Colombia Telecomunicaciones (Coltel), que se encuentra en su segunda etapa porque en la primera no hubo ofertas del sector solidario, contempla el traspaso de 1.100 millones de títulos, cuyo precio estimado es de 2,28 billones de pesos, a razón de 2.075 pesos cada uno

En la cuenta regresiva hacia el 2019 también podría haber movimientos con activos de Empresas Públicas de Medellín (EPM), pues su gerente general, Jorge Londoño de la Cuesta, afirmó hace unos días que la intención es vender algunos bienes societarios de esa compañía, como el 10 por ciento de ISA y las empresas del Grupo en Chile.

Las acciones de EPM en ISA valen mínimo 1,37 billones de pesos, si se tiene en cuenta el nivel de cotización actual del papel en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC).

En lo que resta de año también podría concretarse la venta de las estaciones de servicio Esso y Mobil, pero que por un condicionamiento a su dueño (Terpel), por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), está administrando un fideicomiso. Este negocio se estima cercano a 1,5 billones de pesos.

La alianza que se viene negociando desde hace unos 20 meses entre Avianca Holdings y United Airlines, y a la que se sumó en agosto la panameña Copa Airlines, podría por fin aterrizar antes del 31 de diciembre y convertirse en otra de las grandes movidas del 2018.

Drummond está buscando un socio que adquiera un porcentaje del orden del 20 por ciento de sus acciones, para vincularlo a la operación en Colombia. Sin embargo, el negocio ha despertado un marcado interés en varios jugadores del sector carbonífero.

El diario The Wall Street Journal dijo que la estadounidense Peabody sostuvo conversaciones para comprar inclusive un porcentaje mayoritario, en un acuerdo que podría valorarse entre los 4.000 y los 4.500 millones de dólares (12,3 a 13,8 billones de pesos).

Cifras en alza

La medición de EL TIEMPO indica que en el 2018 se han hecho en el país 17 movidas grandes, que suman 10,8 billones de pesos, cerca de los 11 billones de pesos de todo el 2017.

El director de transacciones de la consultora EY Colombia, Andrés Gavenda, dice al respecto que aunque en el primer semestre hubo una desaceleración en la toma de decisiones de los inversionistas, comparado con el mismo período del año pasado, por la incertidumbre que originó el proceso de elección presidencial, el tercer trimestre mostró un incremento significativo en cuanto a fusiones y adquisiciones en Colombia.

Este segundo semestre está muy activo y hemos notado incremento (de negocios) en sectores como infraestructura, energía, salud y educación.

“Este segundo semestre está muy activo y hemos notado incremento (de negocios) en sectores como infraestructura, energía, salud y educación”, explica el directivo.

Agrega que se percibe que los tamaños de las transacciones son mayores a los manejados en años anteriores y el interés de compradores migró hacia sectores menos tradicionales como software y tecnología.

La reactivación que estamos experimentando está explicada en gran parte por las decisiones que se dilataron en el primer semestre y posteriormente se reactivaron, además del interés continuo tanto de jugadores del mercado local como extranjero en inversiones en una economía estable y creciente como la nuestra”, asegura Gavenda.

Además de que coincide con Gavenda de que después de la segunda vuelta presidencial hubo reactivación de las órdenes de compra de compañías en Colombia, la presidenta de Silk Banca de Inversión, Martha Juliana Silva Nigrinis, dice que su firma logró destrabar recientemente un par de operaciones superiores a 150 millones de dólares.

A pesar de que la directiva considera que hubo diferencias entre las transiciones de los gobiernos Uribe, en 2010, y Santos, en 2018, este último se afectó más en cuanto a las decisiones de inversión, por coyunturas como la caída de precios del petróleo, el alza de tasas en EE. UU., la guerra comercial y supuestos efectos adversos del proceso de paz.

El segundo semestre del 2017 fue tal vez el más lento de los últimos 10 años, así como lo fue el primer trimestre del 2018 y definitivamente hubo estancamiento de las decisiones de inversionistas extranjeros esperando la elección presidencial”, agrega Silva. Igualmente, observa que aunque existen grupos locales desinvirtiendo en activos, buena parte de los frutos de las operaciones los destinarán a otros sectores con el fin de diversificar actividades.

Fuentes: eltiempo.com