Chile: se reactivó la inversión minera y la industria se está normalizando

Buenas perspectivas para lo que se viene en el sector minero durante este año, manifiesta el presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) y ex presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals y Codelco, Diego Hernández, quien destaca la posición del país para recibir inversiones, señalando que los mensajes que ha entregado el Gobierno e ese sentido, han hecho eco entre los inversionistas.

Sin embargo, sostiene que hay algunas preocupaciones que siguen permanenciendo, relacionadas principalmente con cómo se desarrollen conversaciones como las reformas tributaria y al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).

¿Cómo ve la performance que tendrá la industria este año?

-Este 2019 estamos bastante optimistas. No tanto por el aumento de la producción, porque éste será marginal, tal vez en torno al 1% porque no hay proyectos nuevos que entren en producción. Pero sí se reactivó la inversión y hay varios proyectos que inician su construcción y otros que parten su proceso de permisos de Estudios de Impacto Ambiental (EIA) este año. Entonces, cambió la situación de la minería, se reactivó la inversión y la industria se está normalizando.

¿A qué responde eso?

-Hay un factor internacional que es que las mineras que dejaron de invertir y hacer proyectos nuevos en los últimos años, están volviendo a tratar de crecer. No en la misma forma que en el ciclo anterior, pero las empresas grandes tienen algunas alternativas de inversión y muchas de ellas han preferido hacerlas en Chile. Eso se debe a las declaraciones del Gobierno y sus acciones para atraer las inversiones.

El sólo hecho de decir que la inversión es bienvenida ayuda mucho, además de otras medidas como la oficina GPS del Ministerio de Economía. Estos factores dan más tranquilidad a los grandes inversionistas que cuando toman sus decisiones lo hacen en un 60% por la calidad del proyecto y en un 40% por la calidad jurídica y el ambiente de inversión del país.

¿Cómo se están haciendo las cosas?

-El país ha sabido aprovechar esta oportunidad donde estamos en competencia con otros países. En algunos países que tienen recursos geológicos mas atractivos, como en África, los gobiernos han tomado medidas de cambio de las reglas del juego y aumento de impuestos, lo que ha tenido como consecuencia que no hayan proyectos de inversión.

Este boom, ¿será como el del ciclo anterior?

-En Chile los proyectos no son extraordinarios, son iniciativas promedio. Tuvimos este súperciclo del precio de los commodities con el crecimiento de China que no se va a repetir y que son ciclos que quizás suceden cada cien años.

Por otro lado, el crecimiento de la demanda de cobre sigue, pero a un ritmo más bajo tal vez, 1,5% o 2% al año, contra el 3% en promedio que registraba antes, con la demanda China aumentando sobre 10%. Esto último no se volverá a repetir, pero tampoco hay tantos proyectos compitiendo. Las empresas no tienen la intención de ejecutar muchos proyectos y por eso que es más difícil que se hagan acá y se están haciendo gracias a esta política.

Las preocupaciones

En este escenario, ¿qué cosas preocupan al sector?

-Tenemos que tener más cuidado como industria y país en no echar a perder este ambiente. Hay varias reformas en las que trabaja el Gobierno, como el tema tributario, que fue necesario reabrir por la complicación de la reforma anterior y porque bajó la inversión.

Ahora cuando se empiezan a discutir estos temas se van olvidando estos dos motivos que son los principales y se termina discutiendo solamente las tasas de pago para no bajar la recaudación. Con eso, se desnaturaliza la razón por la cual es necesario hacer esta reforma y ahí hay que reflexionar y volver a encaminarla.

¿Sucede lo mismo con la reforma al SEIA?

-Es lo mismo. Nadie discute los objetivos de la Ley Ambiental. Sabemos que existe el cambio climático y que cada vez serán más importantes los temas ambientales.

La reforma del SEIA busca cumplir con esa Ley de manera más eficiente, simplificándola de forma que se logre obtener los permisos en plazos más cortos y tenemos que tener cuidado que no pase lo mismo que con la reforma tributaria y que en vez de simplificar, terminemos complicando. Este proyecto requiere de una discusión larga en el Congreso, por lo que su tramitación se demorará.

¿Cómo evalúa las conversaciones que se han dado?

-Diría que cuando se da una primera lectura al proyecto da la impresión de que está hecho para las grandes iniciativas y es evidente que un proyecto grande, de US$ 3 mil o US$ 5 mil millones, que por lo general son mineros, de infraestructura o eléctricos requieren de un enfoque mas cuidadoso y mayores exigencias, pero si se le tiene que aplicar el mismo mecanismo para obtener los permisos a proyectos inmobiliarios y mineros menores que requieren una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), por ejemplo, estamos nuevamente complicando la cosa.

¿Qué sugiere?

-Es muy importante definir la tipología de proyectos, de manera que dependiendo de esa clasificación tengamos las exigencias que se deben considerar según su impacto ambiental y su tamaño. Así, si estoy haciendo un cambio menor en una mina ya aprobada, no me pueden exigir que empiece de cero. Eso habría que hacerlo a través de una DIA y no de un EIA.

Es distinto hacer Hidroaysén que un proyecto de US$ 100 millones en el desierto. Son casos distintos y si las exigencias son las mismas se hace inviable desarrollar proyectos medianos y chicos.

¿Esta de acuerdo con la eliminación del Comité de ministros?

-Creemos que tiene que existir alguna institución a la cual uno pueda recurrir. No nos gusta que los Tribunales Ambientales (TA) tengan funciones administrativas, que tendrían que ser del Ejecutivo. Es importante que haya una institución a la cual recurrir al final. Si no es el sistema de ministros, algo que lo reemplace y que sea menos político que podría ser una nueva instancia.

Proyecto de delitos ambientales: “No creo que sea fundamental en la política de medio ambiente”

¿Qué le pareció el proyecto de Ley del Gobierno que tipifica los delitos ambientales?

-Establecer que algunos accidentes pueden ser delito, te obliga a que la empresa se preocupe aún más del tema, porque las personas responsables pueden tener penas de cárcel. Eso va a aumentar la gobernanza y la gestión de los riesgos ambientales y puede ser positivo.

En el proyecto lo que ha dicho la ministra es que no se trata de que todos los delitos ambientales sean penados, sino que la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) va a definir cuándo ocurrió un delito. Si se mantiene dentro de ese margen no tenemos objeciones mayores.

¿Qué impactos ven?

-Esto va a significar un costo adicional, porque hay que preocuparse más de la gobernanza y de establecer seguros para las personas que eventualmente pueden ser sujeto de una pena, como sucede hoy en los directorios de las Sociedades Anónimas por otros motivos.

¿Esos costos son importantes?

-Pueden ser importantes, pero no es que las empresas dejen de hacer proyectos por eso. Hay técnicos que no van a querer asumir ese tipo de cargos, porque llevan consigo un riesgo adicional.

¿Esta es una iniciativa necesaria?

-No creo que sea la tarea más importante. No estaba dentro de los programas de medio ambiente del Gobierno, donde había dos temas fundamentales que eran la ley del SEIA y el tema del cambio climático, pero no creo que sea fundamental en la política de medio ambiente. No creo que haya muchas mejorías con la aprobación de la Ley.

Pero, ¿en qué casos cree que sí debería aplicarse?

-De alguna manera como es la SMA la que va a definir cuándo hay delito y después eso pasará por el TA, podría ser efectivo que se apliquen en casos como los de Brasil y la minera Vale, que son más trágicos y graves. Ahora si hay que crear toda una infraestructura para que esto funcione, el costo beneficio no lo veo muy interesante.

El tema ambiental, ¿es lo que más preocupa a la industria?

-El tema medioambiental es una condición necesaria, no suficiente. Nadie está en contra. Las empresas saben que es importante abordar bien esos temas, la preocupación es la agilidad para obtener los permisos, naturalmente que hay otros temas que hay que abordar con un esfuerzo igual o mayor, como los temas del agua, de la competitividad.

La tarea en los próximos años es mantener los márgenes operaciones atractivos para estas inversiones y esto requiere cambios importantes para ver cómo se abordan. Y con eso viene la revolución 4.0.

En otro tema, ¿repostulará a la presidencia de la Sonami en agosto?

-Es importante ver cómo se resuelven las elecciones de las otras ramas. Aún no lo definimos, veremos cómo queda el mapa.

Fuente: www.latercera.com