Colombia: cultura y carbón, tradición de La Guajira

Llegar a La Guajira es encontrarse con un departamento de más de un millón de Habitantes, 15 municipios distribuidos en tres subregiones (alta, media y baja), fronterizo con el mar Caribe, con una temperatura alta y con un buen plato típico de cordero, mejor si es hecho en uno de esos sitios que se ubican a un lado de la carretera.

Pero ese departamento es más. Se trata de una región cuyo motor hoy es la actividad mineroenergética. Antes, y por su condición de frontera (con islas caribeñas y con Venezuela), centraba su actividad en el comercio y en agricultura. De los casi 11,8 billones de pesos que representa el producto interno bruto de esta parte del país, el 44 por ciento se origina en la explotación de minas y canteras.

Claro, no es el único sector productivo. La administración pública, que se cataloga dentro de servicios sociales, aporta un 13 por ciento a esa economía, el comercio al por mayor y al detal lo hace con el 8,2 por ciento, la construcción con el 7,2 por ciento y la agricultura, ganadería y caza con el 5,3 por ciento, según los datos del Departamento Nacional de Estadística (Dane).

Sin embargo, estos últimos sectores juntos no igualan a la explotación de minas y canteras, pues en conjunto pesan 33,7 por ciento en esa economía.

“El departamento se caracteriza por ser minero-energético, condición que se lleva a cabo por la explotación de recursos naturales como la sal, el gas y el carbón. Desde la década de los años 80, La Guajira se adscribió al modelo nacional de desarrollo y asumió participar de la economía extractiva del país, con productos claves para la economía interna como el gas o para la exportación como el carbón, desapareciendo la vocación comercial y agrícola que en el pasado fueron relevantes”, señala un informe de la Cámara de Comercio de La Guajira.

Agrega que en la actualidad la actividad minera se define a través de la explotación de gas, cerca de 350 millones de pies cúbicos diarios, así como de la exportación
de no menos de 32 millones de toneladas de carbón al año.

Además de los recursos mineros, y según la investigadora de Fedesarrollo, Astrid Martínez, quien adelantó un análisis de la economía de este departamento, La Guajira cuenta con recursos pesqueros, así como agrícolas, especialmente el banano. Y si bien hay mucha potencialidad en turismo, hay circunstancias que limitan un mayor desarrollo de este sector, como infraestructura en servicios públicos o el bilingüismo.

Explica que una de los inconvenientes que ha enfrentado la región es la falta de continuidad en la administración departamental. Y llama la atención sobre la necesidad de que los gobiernos nacional, departamental y municipales, así como el sector privado y la sociedad civil, trabajen mancomunadamente, reúnan las diferentes iniciativas que hay en la región y las prioricen para lograr desarrollarlas.

Justamente, la Cámara de Comercio señala que existen sectores nuevos, como el turismo, “que tiene un potencial de desarrollo con base en los paisajes locales y en las culturas vivas de los indígenas. Eso es fundamental, y todo indica que el turismo es un sector con potencialidades de dar respuesta a un proceso de diversificación
productiva”.

Cerrejón, más que solo empleos

El carbón tiene en Cerrejón su más importante aliado. Se trata de la compañía que adelanta las actividades de exploración, extracción, transporte, embarque y exportación de carbón de diversas calidades, que le aporta a la región, no solo en regalías, sino también en empleos, en impuestos, en exportaciones, en inversiones
y en negocios diversos ligados a esta actividad.

“En Cerrejón generamos cerca de 6.000 empleos directos y más de 6.100 a través de empresas contratistas, lo que nos convierte en el principal generador de empleo
en la región, con cerca del 67 por ciento de nuestros empleados oriundos de La Guajira y un 25 por ciento de la Costa Atlántica”, explicaron fuentes de Cerrejón.

Y es que el principal compromiso en materia de contratación es la priorización en la selección de mano de obra y proveedores guajiros, así como la aplicación de criterios
de equidad y diversidad en el proceso.

“Para el segundo criterio de selección debemos tener en cuenta que históricamente la minería ha sido una actividad desarrollada por hombres, lo que nos ha hecho
esforzarnos por incrementar gradualmente la participación de las mujeres en nuestra operación. Es así como en 2017 alcanzamos una cifra superior a las 900
trabajadoras entre empleadas directas y aquellas vinculadas con nuestras empresas contratistas”, señala Cerrejón.

Esta compañía también adelanta inversiones dirigidas a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona de influencia de la mina, que es a cielo abierto y se
ubica entre los municipios de Albania, Barrancas y Hatonuevo.

El año pasado, las inversiones llegaron a los 24.156 millones de pesos para el desarrollo de programas sociales como la conservación y manejo responsable del
recurso hídrico, mejoramiento de las competencias de gestión de las instituciones públicas, el empoderamiento de las organizaciones sociales y comunitarias, la generación de ingresos y la inclusión productiva, junto con el fortalecimiento al sistema tradicional wayú, así como la promoción de proyectos estratégicos.

En los últimos 15 años, la inversión supera los 250.000 millones de pesos. Y en los programas ambientales las inversiones llegaron a más de 206.300 millones de pesos
y en los últimos 15 años más de 1,2 billones de pesos.

Fuente: eltiempo.com