Bogotá tendrá filtros y diésel limpio

Si los bogotanos quieren que la contaminación por causa de vehículos pesados se reduzca, tendrán que pagar por ello. Esto se desprende de los análisis efectuados por varios expertos en movilidad, tras observar variables como filtros de partículas y calidad del diésel para esos automotores.

Camiones, transportes colectivo y especial, SITP y TransMilenio son responsables del 77,3 por ciento de las emisiones contaminantes originadas por fuentes móviles, según el inventario de la Secretaría de Movilidad, siendo los camiones los que más ensucian nuestro aire, con una participación del 43,6 por ciento. Todos usan diésel como combustible.

Sin embargo, hay alternativas para disminuir el impacto de esos humos negros. En una carta dirigida por Ecopetrol a TransMilenio, y que EL TIEMPO conoció en exclusiva, este grupo empresarial oficializó su capacidad y disposición para proveer diésel con calidad Euro V y Euro VI (incluido gas; con contenidos de 10 a 15 partes por millón- ppm, de azufre), para los cerca de 1.400 buses de las fases I y II de ese sistema, que serán remplazados de aquí al 2019.Lo anterior quiere decir que los buses no solo tendrán mínimo motor Euro V (más eficiente, menos contaminante) sino que contarán con el combustible ideal. La baja en emisiones se estima en un 80 %.

Este medio habló con Ecopetrol, la cual confirmó que en su plan estratégico extenderá el suministro a todo el mercado, para el año 2020, aunque la norma ambiental vigente permite hasta 50 ppm. El anuncio se adelanta un año a lo planteado por el documento Conpes 3943 del 2018, que estableció el año 2021 para llegar a un diésel con 10 ppm.

Todo eso se podría traducir en menos humo negro. Pero esa decisión y compromiso no resuelven por sí solos la ecuación. Los técnicos coinciden en que ahora debe haber una voluntad de la Alcaldía y de los sectores privados (como compañías de carga y de transporte), para que la alta porción de vehículos viejos e ineficientes (los que generan alta contaminación, pues tiene más de 15 años) incorporen filtros, y que así el diésel Euro V- VI sea realmente efectivo. De lo contrario, sus motores seguirán ensuciando como si usaran combustibles bajo normas Euro IV o Euro III.

“Los filtros son elementos que se instalan en el escape de un vehículo diésel para reducir las emisiones de partículas, carbono negro, hidrocarburo, óxidos de azufre y nitrógeno, resultantes de la combustión y procesos internos del motor”, explica Edder Velandia, experto en movilidad sostenible de la Universidad de La Salle. Aclara que su uso arroja un aire menos sucio, pero que los gases de efecto invernadero (los que calientan el planeta) siguen iguales.

“Se podrían exigir filtros de partículas en los vehículos nuevos y su implementación en vehículos Euro IV, por parte del Gobierno, como por ejemplo en los sistemas de transporte público. No obstante, en el sector de carga se van a encontrar retos para lograr que sean instalados. Es necesario trabajar para sensibilizar a este sector y otros acerca de la necesidad de aportar al tema”, agregó Velandia, quien aporta más opciones ambientales.

“Es una manera eficiente de reducir enfermedades respiratorias y otros impactos en salud por efecto del material particulado producido en la combustión”, complementó Darío Hidalgo, consultor y analista del Instituto WRI.

Costos 

Aunque el asunto es simpático para la mayor parte de la ciudadanía, este se vuelve espinoso al abordar el aspecto económico. Para vehículos que estén hoy en operación, los filtros tienen precios entre 21 y 30 millones de pesos. Dependiendo de las condiciones operacionales y mantenimiento, su vida útil va de 8 a 10 años, explican los entendidos.

“Sería necesario aclarar la forma de remunerar la adquisición de filtros y el costo marginal adicional de operación. Los contratos –de transporte público, como el SITP– no contemplan esa remuneración. Esto impactaría las tarifas al usuario y el nivel de subsidio. Sin embargo, es un buen uso de recursos”, expuso Hidalgo.

Sobre este particular, Velandia destacó que en los automotores nuevos los filtros deben ser incluidos desde la fábrica por la industria automotriz, como un requerimiento para su comercialización en el país. Eso incrementaría su precio, “pero deberá ser un costo asumido por los operadores y propietarios que deseen operar vehículos contaminantes”.

Como referencia de otras medidas que apuntan a mejorar el aire, se puede señalar que hay ciudades del mundo que han establecido zonas cero emisiones, como en Berlín (Alemania) y Londres (Inglaterra). En París, incluso, hay un perímetro de restricción absoluta.

Fuente: eltiempo.com